Confundidas están las personas que todos los días salen a “pescar” productos de la cesta básica, por los repentinos cambios en los mecanismos de compra que ha venido utilizando el Gobierno nacional en el país.
El ejemplo más reciente fue el anuncio hecho la noche del jueves por el ministro para la Alimentación, Carlos Osorio, de que ahora es obligatorio adquirir comida el día que corresponda a la persona, según el terminal de la cédula de identidad, cuando horas antes las familias estaban comprando sin la exigencia de este requisito.
La decisión adoptada, para nada novedosa, se empezó a cumplir nuevamente desde este viernes y se constató en la red pública instalada por el Gobierno. Es el caso de los Mercados de Alimentos (Mercal), Abastos Bicentenario y la estatal Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval), esta última en la avenida Libertador y en la 14 Brigada de Infantería.
Moraima González, en un local de comida oficial, expuso que pudo comprar porque ayer correspondía atender a las personas, cuyos terminales fueran 8 y 9, y su documento de identidad finaliza en 8.
Expresó que no es justo hacer cola porque se viola el derecho de los ciudadanos a comprar de forma accesible, cómoda, segura y rápido, sin embargo, considera que con este método de la cédula se minimiza la cantidad de personas que solo tienen oportunidad el día que les toca.
Recordó que el jueves en la mañana se cansó en una cola y terminó marchándose a su hogar, por la lentitud en avanzar y el alto número de personas que llegaron de la ciudad con diversos terminales de cédula, ya que en el local donde intentó entrar, ubicado en el centro de Barquisimeto, atendían a todos por igual.
No obstante, Francisca Perdomo se molestó, y con ella un grupo de mujeres, quienes argumentaron estaban siendo injustos con la aplicación de esta medida.
Rechazaron con este método de la cédula tener que esperar una semana para volver a los mercados, rogar que haya existencia de los productos que necesitan, porque de lo contrario quedarían sin comprar durante quince días “y eso es un crimen”.
Venta preferencia
Asimismo, se constató en una cadena de mercados en el este de Barquisimeto un trato preferencial tanto para trabajadores de estos locales como para familiares en colas apartes, lo que constituye una burla para quienes llegan temprano y no son atendidos con protitud.
