La cifra de muertos debido a las colosales explosiones en el puerto chino de Tianjin aumentó a 104 el sábado, incluidos 21 bomberos, que se suman a los cientos de heridos y varios desaparecidos, informó la prensa estatal.
La nueva cifra se dio a conocer al tiempo que los rescatistas recorrían la zona de depósitos devastada por incendios desde la explosión el miércoles por la noche de un almacén de sustancias químicas peligrosas.
El incendio desencadenó una veloz sucesión de explosiones —una de ellas equivalente a 21 toneladas de dinamita— de contenedores marítimos que contenían materiales peligrosos en un almacén, según las autoridades. Las explosiones ocurrieron en una zona industrial ya avanzada la noche; de otro modo, la cifra de fallecidos podría haber sido mucho más elevada.
Sin embargo, el almacén estaba cerca de viviendas, lo que generó interrogantes sobre si esas instalaciones contaban con las autorizaciones de seguridad adecuadas.
Entre los muertos hay al menos 21 bomberos del grupo de más de 1.000 enviados a combatir el desastre, dijeron funcionaros locales en una conferencia de prensa. En un principio los bomberos acudieron para apagar el fuego en el almacén, y muchos de ellos aparentemente murieron por la serie de explosiones que se produjeron 40 minutos de que se recibiera la llamada de emergencia.
El rescate del joven bombero fue un momento brillante en un día por lo demás ensombrecido por desconfianza y preguntas sin responder. Funcionarios locales se han visto muy presionados para que expliquen por qué las autoridades permitieron la existencia de bodegas de artículos peligrosos tan cerca de complejos residenciales e infraestructuras cruciales. Además, se han mostrado herméticos respecto a las sospechas de que los bomberos pudieran haber ocasionado las explosiones al lanzar agua sobre químicos volátiles.