“Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho”. Antoine de Saint Exupéry
Los graves problemas que enfrentamos en el ámbito económico y que, por ende, ocasiona profundas perturbaciones sociales, requiere que los entes responsables de tan delicada situación, emprendan de manera inmediata un proceso de ajustes, que requiere del consenso; para lo cual el gobierno debe convocar a todos los sectores de la manera más diáfana que le sea posible, a fin de fijar un objetivo que no puede ser otro que el de lograr un acuerdo nacional.
De manera pragmática se debe analizar la profundidad de la crisis, para que con la verdad por delante se le pueda explicar al país de forma determinantemente clara, el ciudadano común entienda la gravedad de la situación y pueda emprender esfuerzos, y más allá, los sacrificios que deberá hacer en un futuro no muy lejano.
Seguro estoy en que, si las rectificaciones son correctas “todos” los ciudadanos que convivimos en este territorio de bondades estaremos dispuestos a colaborar en el proceso de recuperación, bajo otro modelo de desarrollo pues sería en nuestro beneficio.
La medicina para los males ocasionados no va a ser agradable y amerita de toma de decisiones difíciles de asimilar, por tanto, debe hacerse con máxima racionalidad. Es momento en el cual debe imperar el dialogo con la participación de los talentos más probos de los cuales dispone la República; y con la actuación sincera y respetuosa de las partes involucradas.
Por tener causalidades sociales, la economía nos atañe a todos.
Es obligatorio llegar a un consenso nacional donde interactúen diferentes sectores que sean representativos y que tengan una exitosa actividad, plenamente demostrada. No es momento de improvisaciones o de pérdida de tiempo en manipuladas reuniones. Es un llamado a diagnosticar males y a implementar correctivos de forma inmediata.
Son tiempos donde los productores agropecuarios, industriales, comerciantes, economistas, científicos y tecnólogos deben demostrar sus conocimientos, “poniéndolos en práctica” y, el Ejecutivo Nacional, imperiosamente, (Como lo hemos dicho con anterioridad) tiene que restaurar la “Seguridad Jurídica”, a través de los Justicia Honesta, que aplique lo expreso por el espíritu, propósito y razón del legislador probo en la Constitución Nacional, las leyes y reglamentos; tal cual está plasmado en el Estamento Legal venezolano, tradicional e internacionalmente aceptado; sin recovecos, interpretaciones ideologizadas o manipulaciones políticas. Son tiempos de lograr la eficiencia y la eficacia, de responsabilidad personal y social; tiempos de solidaridad y de amor por Venezuela.
Es tiempo de verdades…
La patria, cual madre generosa desde siempre nos ha proveído de todo cuanto hemos necesitado. Debemos aunar esfuerzos y coadyuvar a restituir la prosperidad que ancestralmente ha caracterizado a esta “Tierra de Gracia”.
Enfrentemos el futuro con gallardía; ejerciendo nuestros derechos con valentía; teniendo siempre presente que los derechos se ejercen, no se mendigan, y que terminan donde comienza el de los demás. Todavía disponemos de los recursos materiales necesarios y del intelecto suficiente como para que, la ansiada recuperación, no sea demasiado traumática.
La lógica, razón y sensatez deben ser consecuencias de esas verdades.
Unidos lo lograremos…