«Si el Gobierno se sigue negando a la observación internacional calificada, evidentemente el resultado pudiera estar cuestionado no sólo por los venezolanos sino también por la comunidad mundial».
Así lo afirmó la abogada experta en derecho internacional y coordinadora de esta área de la tolda Vente Venezuela, María Teresa Belandria.
En opinión de la profesora de la Universidad Central de Venezuela, los ojos del planeta están puestos sobre la crisis del país “porque los demócratas entienden que las formas como se dirimen las controversias, precisamente, en democracia, es a través de las elecciones, y estos comicios son, sin duda, determinantes, porque para salir de la crisis se debe comenzar por cambiar la Asamblea Nacional”.
De esta manera, Belandria condenó la decisión del Gobierno nacional de no permitir la entrada de observadores internacionales para que asistan a los comicios parlamentarios del próximo seis de diciembre. Considera de vital importancia que los demócratas del mundo, especialmente los que pertenecen a otros parlamentos, sean capaces de denunciar las irregularidades que puedan generarse de la opacidad que circunda las elecciones venezolanas.
“Cuando un parlamentario dice ‘estamos en contra de lo que está pasando en Venezuela, queremos que haya una observación internacional calificada, pedimos que se liberen los presos políticos, pedimos que se respeten las decisiones de los órganos internacionales’, en representación de los ciudadanos”; también se encuentra la expresión política de los ex presidentes, la cual no puede obviarse en el contexto de los apoyos internacionales», manifestó la abogada.
En su opinión, la presión generada por esta situación ya se esta sintiendo. “Si vamos, por ejemplo, a una discusión en la OEA, pareciera que hay un cambio en el número de aliados con los cuales podría contar el Gobierno a la hora de tomar una decisión en el Consejo Permanente de la OEA; es decir, el Gobierno recurre a la Unasur, porque, quizás, es donde piensa que pueda tener mayores apoyos; pero en la OEA, que es la organización hemisférica por excelencia, evidentemente, que cuando tienes a los parlamentarios de tus propios países exigiéndote que tomes una postura, le cuesta mucho más al Estado asumir una posición contraria a lo que tu propia opinión pública interna te dice”, dijo.
Resonancia
Finalmente, Belandria se refirió al reciente informe emitido por la ong International Crisis Group (ICG), que advirtió sobre la posibilidad de que las actuales condiciones económicas en Venezuela generen una crisis humanitaria que podría afectar no sólo a los venezolanos sino a otros países de la región como Colombia y Brasil.
Concluye que la OEA podría ser un enorme catalizador de la preocupación revelada que podría cambiar posición permisiva asumida por algunos gobierno amigos de Maduro.
“Yo creo que en lo internacional podría generar una crisis en Unasur, en el Celac, en el Alba, en aquellos países que hasta ahora han sido aliados de Venezuela y que pondrían el acento en la Organización de Estados Americanos», expresó.