La escritora venezolana Inés Muñoz Aguirre visitó este miércoles la Redacción de EL IMPULSO. Destiló simpatía, sencillez y un caudal de conocimientos sobre géneros literarios y dramaturgia.
Como buena periodista, conversó elocuentemente acerca de su más reciente libro A los vecinos ni con el pétalo de una rosa, novela negra de la colección Vértigo de Ediciones B.
“El lector se acercará a la investigación policial y de alguna manera a la denuncia, lo que diferencia la novela policial de la novela negra. En este caso, la obra refleja la ciudad de Caracas de hoy en día; violenta, peligrosa, al mismo tiempo preciosa, con sus bondades naturales y una dinámica agobiante. La historia descubre un crimen que ocurre en el edificio Geranio en Chacao”, adelantó.
Para concebir este proyecto, la comunicadora estudió el género para desarrollarlo con todas sus virtudes y exigencias.
“Este género te conduce como escritor a tener una disciplina estricta, a ser metódico y calculador. Un escritor de novela negra tiene que tener mente de criminal, de investigador y de narrador, a fin de no vender el final antes de tiempo. Asumí el género como un oficio maravilloso de escritura”.
Y es que en la novela el lector encontrará una narración en tercera persona, pero a su vez, descubrirá a los personajes desde adentro, a través de los interrogatorios y monólogos teatrales.
Para Muñoz Aguirre cada novela es un reto porque no se desprende del periodismo y en cada esquina procura una historia, aunque no todas se pueden contar, solo aquellas que sean de interés para el receptor.
“Tiene que existir un compromiso con lo que cuentas, por lo cual el escritor está en un reto permanente”.
En esta novela descubriremos que los vecinos son personas muy cercanas, sin embargo, hasta que no ocurre algo significativo, no los conocemos bien.
“Por qué ni con el pétalo de una rosa, bueno simplemente porque se trata de la familia más cercana. Incluso, el lector al descubrir los personajes, encontrará a alguien parecido a su vecino”.
Otro dato interesante de esta historia es el regreso de la detective Carolina Larotta, la cual aparece en la novela La segunda y sagrada familia, también de la autora.
“Este personaje atrapó a la gente, surgió una conexión muy estrecha con el lector. Si escribo otra novela negra, Carolina debe aparecer, ella procura que la información y el proceso de justicia e investigación se trate con honestidad en el campo periodístico”.
Muñoz Aguirre también disertará acerca de cómo acercarse a la lectura y al proceso creativo, por lo cual será un conversatorio bastante atractivo para todos los escritores.
Venezuela es una novela negra
-¿Considera que Venezuela es una novela negra?
El género de la novela negra está posicionado en Europa, los suecos y los españoles son bastiones fuertes. En Latinoamérica, es considerado un género importante.
En este lado del mundo se conciben historias en todos los niveles, ideales para cualquier escritor.
En Venezuela, si el escritor está comprometido con la escritura, encontrará realidades que no puede obviar. Un escritor comprometido no dejará al margen elementos como la inseguridad y la falta de soluciones concretas en todos los escenarios.
Venezuela sí es una novela negra, porque tenemos mucho que denunciar para ser oídos por quienes tienen la tarea de escuchar los clamores de una sociedad que no está bien, por quienes tienen la responsabilidad de transformar las realidades de un país con diferentes problemas.
