A pesar del receso vacacional, los trabajadores de la educación superior están en vilo a la espera de la concreción de su futuro salarial y beneficios socioeconómicos.
Presuntas tácticas dilatorias del ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología agotan la paciencia de los docentes de 18 universidades adscritas a la Federación de Asociaciones de Profesores de Venezuela (Fapuv), quienes mantienen firme la amenaza de no volver a las academias en el mes de septiembre si no se acuerdan las cláusulas que restan
La cláusula 82 referida al tabulador salarial ha sido diferida desde hace cuatro semanas. Deborah Velásquez, presidenta de Apucla, señala que esta situación ha generado incertidumbre debido a que se rumora una posible contrapropuesta por parte del ministerio en función de reducir el 170% de aumento (enero 2015 – septiembre 2016) que habían consensuado las federaciones signatarias a la contratación laboral.
Asimismo, falta por discutir la cláusula 78, contenida con los ajustes de las pensiones por jubilación, incapacidad y sobreviviente. Este apartado ha sido postergado en varias oportunidades sin motivo alguno. También, otros beneficios importantes como el cestaticket y bono doctoral.
“Que no se confunda el gobierno que por estar de vacaciones nosotros vamos a bajar la guardia o vayan a hacer un juego equivocado. Nuestros tabuladores son consensuados, incluso con federaciones que animan al oficialismo, y son muestras de una necesidad expresada por el sector que representamos”.
Los docentes perciben un salario ubicado entre 10 y 19 mil bolívares, muy por debajo del costo de la canasta alimentaria (54.204 bs) y canasta familiar (21.383 bs). Cerca de un 70% de los profesionales pertenecen a las primeras escalas del tabulador.
No hay recursos para cancelar salarios
Además de los problemas que enfrentan en las discusiones de Convención Colectiva, Velásquez informó que en la UCLA no han recibido el pago de nómina concerniente a la pasada quincena.
“Nos preocupa más que el rector nos diga que no hay dinero para cancelar sueldos y salarios. Las universidades están prácticamente ahogadas por la crisis presupuestaria. Le hacemos un llamado al Gobierno, para que asuma su papel ejecutivo y gerencie los recursos a la educación”.