El venezolano Wilmer Flores dio a la afición de los Mets una razón más para enamorarse de él esta vez por su bate además de por su corazón.
El nuevo ídolo del Citi Field abrió el 12mo inning con un jonrón para darle a los Mets de Nueva York una victoria de 2-1 sobre los Nacionales de Washington el viernes en el primer encuentro de una serie crucial entre los dos mejores equipos de la División Este de la Liga Nacional.
Dos noches después de hacerse querer por los aficionados de los Mets cuando lo vieron enjugándose las lágrimas en la posición de torpedero luego de que pensó que había sido canjeado, Flores recibió cuatro ovaciones de pie en un día importante para Nueva York.
«Los fans de Nueva York reciben muchas críticas por ser duros. Aguantan mucho por lo duros que son con la gente. Pero lo que hicieron por Wilmer Flores no lo van a ver en muchos lugares», dijo el manager de los Mets, Terry Collins.
Justo unos minutos antes de que venciera el plazo para canjes a las 4 de la tarde, los Mets le dieron un impulso a su exigua ofensiva al obtener al toletero cubano Yoenis Céspedes de Detroit a cambio de dos lanzadores de ligas menores.
Horas después, Flores remolcó las dos carreras de los Mets e hizo una jugada defensiva espectacular en la intermedia para respaldar a Matt Harvey.
El jugador de cuadro de 23 años colocó un lanzamiento de su compatriota Felipe Rivero (1-1) entre el jardín izquierdo y el central para su undécimo cuadrangular y el primero en 147 turnos al bate desde el 12 de junio frente a Atlanta. Los aficionados saltaron de sus asientos y gritaron con desenfreno mientras Flores agitaba su brazo en el aire al tiempo que corría las bases, señalando la palabra «Mets» escrita sobre su pecho al acercarse a la tercera.
«Una gran sensación», explicó un sonriente Flores quien, preguntado por si alguna vez le habían ovacionado así antes, dijo: «Sí, pero no tan alto».
El venezolano tiró su casco y sus compañeros corrieron al plato para rodearlo y celebrar su victoria. Nueva York se acercó a dos juegos del líder de la división, Washington, y se borró el sabor amargo del partido del jueves, cuando desperdició una ventaja de seis carreras para acabar perdiendo ante San Diego.
«Las palabras no pueden describir lo que está pasando realmente por su cabeza y por las nuestras como equipo en los dos últimos días», dijo Harvey.
