Cinco veces los delincuentes han ingresado al Santuario Eucarístico de Nuestra Señora de La Paz. Los robos comenzaron en el 2012, siempre han buscado dinero, y en este año se han cometido dos asaltos.
Jesús Reyes, encargado de la iglesia, comenta que a las 5 de la mañana las monjas del Santuario que son de la comunidad Siervas del Santísimo, bajaron para orar y cuando llegaron se encontraron las dos alcancías de madera violentadas, caminaron y observaron la puerta lateral de madera del lado izquierdo con una madera rota, así mismo abiertas dos cajas de limosnas ubicadas en las columnas traseras del santuario. Al ir más allá, en el piso estaba tirado San Francisco de Padua, el santo fue bajado del pedestal porque creyeron que dentro había dinero.
Los sujetos, para ingresar al Santuario, utilizaron dos amortiguadores de vehículos como herramientas y esos mismos los usaron para romper la alcancía.
Reyes comenta que la limosna que allí estaba se había recogido desde el martes. Dice que sienten un gran dolor por lo sucedido.
El encargado del Santuario indica que hace dos meses, llegó un domingo un sujeto que se hizo pasar por miembro del coro, estuvo presente, habló con las monjas y una vez que inició la misa se introdujo sin que lo vieran a la parte posterior y sacó computadora, dinero, equipos y hasta la comida que preparaban ese día. Aparentemente estaba acompañado con dos damas.
Otras de las situaciones que viven allí son los robos a mano armada dentro del centro religioso y es que la zona es bastante sola y no tienen nada de vigilancia.
Reyes, asegura que los dos primeros robos los delincuentes abrieron un boquete por la ventana y el arreglo de la misma salió en 20 millones, dinero que salió del bolsillo de las madres y feligreses.
En nombre de la madre superiora Kely María Reinoso, pidió al alcalde de Iribarren, Alfredo Ramos, al gobernador del estado Lara, Henri Falcón, a quienes calificó como hombres respetuosos, piadosos y fieles creyentes, atender la situación y asignar un vigilante al Santuario.