Un kilo de granos, específicamente la caraota roja y la negra, cuesta igual o más caro que uno de carne de res o de pollo.
Cuando se encuentran, porque son importadas y están escasas, las leguminosas se pueden comprar rojas desde mil hasta 1.200 bolívares el kilo, mientras las tradicionales negritas, no garantizadas, entre 700 y 800, señaló Francisco Carmona, vendedor de frutas en el puesto número 140 del Mercado Terepaima donde además expende todo tipo de gramos, aunque ayer no tenía ninguno de los citados, menos las lentejas y garbanzos que se cotizan hasta en mil y 1.500 bolívares.
En su negocio aún no se ha perdido la gracia pese a las circunstancias, porque en una bolsa transparente exhibe unos 200 gramos de caraotas negras con un letrero que dice: “Esto es una reliquia, antes 40 el kilo, ahora quién sabe”.
En el pasado quedó que los granos eran el sustituto barato de la proteína animal y “la comida de los pobres”.
Si se compara el precio de un kilo de caraotas rojas, a Bs. 1.200, por ejemplo, éste supera en 300% el precio del kilo de pollo –no regulado–, y en 300 bolívares el precio de la carne de res que está en 900 bolívares. Algo increíble, hace apenas unos meses, el kilo de un grano no llegaba a los 300 bolívares.
“Las caraotas o lentejas eran los alimentos que estaban soportando los almuerzos de mi familia. Por lo menos tres días a la semana comíamos granos, pues un kilo de éstos rinde más y costaban menos que un kilo de carne o de pollo, pero ahora eso ya es un lujo. ¿Ahora qué iremos a comer?”, preguntó Henry Saldivia, un ingeniero agrónomo quien mostró un paquetito con 4 ajos por los cuales canceló 260 bolívares. “Mientras no produzcamos no hay vida”.
“Todas las semanas nos suben los precios. Cuando comenzó el año un kilo de caraotas negras estaba en menos de 50 bolívares. Con esto todos terminamos afectados, clientes y comerciantes”, dijo Freddy Valera desde otro puesto de granos.
Sin carne
La carne escasea en este mercado. No todos los establecimientos la tienen y si la venden es a 900 y 950 el kilo. Todos los días nos aumentan los precios, apunta la abogada Marilyn Unda en el puesto de carne número 4.
Para ella la situación es grave porque el Gobierno no toma las medidas necesarias para frenar la escasez, causa del bachaqueo. “La carne todos los días es más cara porque el ganadero prefiere venderla en Colombia pues se la pagan en dólares”. Total, subrayó, ya nuestra economía está dolarizada.
La despedida es con frases ocurrentes. Una vendedora de frutas exclamó: “El presidente Maduro que se ponga las pilas o que se atenga a las consecuencias”. Otro desde un rincón le respondió: “¡En el nombre de Bolívar, de Cristo, Maduro y de Chávez, la lucha sigue!”