José Manuel Rey, el legendario defensor de la Vinotinto y parte importante en el título sellado por el Deportivo Lara temporadas atrás, dedica los primeros días de su etapa como exjugador a un campamento para niños que se ejecuta en las canchas del colegio San Vicente, al este de la capital crepuscular, una especie de plan vacacional que tiene como gran atractivo la implementación de técnicas poco habituales dentro de las categorías menores y que asume como primer paso para “aportar un granito de arena en el mejoramiento del fútbol nacional”.
Están pautadas tres temporadas, cada una de dos semanas. La primera finaliza a finales de la semana en curso para dar paso a la siguiente, que inicia el lunes 3 de agosto. La tercera y última tanda está programada para el 17 del venidero mes. Es abierto para todos los niños, para aquellos que ya hagan vida dentro de una escuela y para los que no tienen mayor experiencia. Es para pequeños entre 4 y 14 años. Durante una visita guiada con los representantes de los medios de comunicación, Rey explicó que la idea surgió de una inquietud que tenía con respecto al proceso de formación de los pequeños futbolistas.
A su juicio habían algunas “falencias” en los métodos de enseñanza, además de un norte equivocado de los entrenadores de querer competir y no formar.
Su “gancho” son tres aparatos novedosos con los que ejercita a los niños para desarrollarse sus técnicas. Uno es de recepción y pase, otro para desarrollar las técnicas de definición y la pista de circulación de pelotas. Dice que ayudan al niño en la precisión y en la destreza.
Hace la invitación a todos los interesados, en esto que es un primer paso hacia la confección de una academia para formar a los vinotinto del mañana.