Para mis amigos lectores no es mucho lo que tengo que decirles acerca de esos todopoderosos y ricos países como China y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, dominadas por las elites de un partido comunista que cumplía las funciones de gobierno y una inmensa mayoría de población a la que se les exigía trabajo y más trabajo, para mantener ese Estado todopoderoso y a esas elites gubernamentales.
Hoy el mundo ha cambiado drásticamente, he visto correr mucha agua bajo el puente, y cuando el rio arrastra piedras también he sentido y oído el ruido que producen al chocar unas con otras. Esa es una fabula al compararla con los últimos 100 años de Venezuela, de ver al niño de primaria con una banderita nacional de papel en sus manos para recibir a un presidente de Estado como también observar a la máxima autoridad nacional enfluxada para tapar un chaleco antibalas y solo con niños a su alrededor.
Estas reflexiones están presentes en nuestra actual coyuntura económica, política, social, religiosa, folklórica, costumbrista y pare de contar de aquello que nos ha permitido conocer a través del desarrollo de los medios de comunicación masivo. Para bien o para mal en esos 100 años creo que no se ha estado a la altura de las exigencias jurídicas que representan el verdadero manejo de la administración del Estado y seguimos aferrados a la colonia y cuando se sale de ella es para violentar lo que acertadamente dijo nuestro Libertador Simón Bolívar: “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”, que traducida al hoy es buenas costumbres y educación para la convivencia social, hecho que permite esos gobernantes todopoderosos, oligarcas y burócratas con todo a sus manos para decidir lo que es la pobreza de una inmensa mayoría, puesto que es quienes deciden a quien le doy trabajo, a quien le doy sueldo, a quien le doy salario, a quién le doy tierras, a quién le quito tierras, a quién le doy salud, a quién le doy casa, a quién le doy dádivas, a quién le exijo con un inquisidor al frente el voto como pago a mi bondad. Todo esto es la diferencia entre la libertad y la esclavitud, entre el comportamiento público con ética y el comportamiento privado con ética y el comportamiento público y privado sin ética.
Si todo está en manos de los gobernantes es muy difícil aceptar y creer que todos están con esos gobernantes, pero en igualdad de condiciones lo privado debe ser lo más racional que debe existir para que el gobierno que lo represente funcione y tenga ese poder y valor de Estado, y es aquí en donde años atrás debería haber llegado mi país en donde por tradición la riqueza privada fue inmensa y la riqueza publica inmensa e inagotable mas, tal vez la competencia entre las dos ha hecho que estemos donde estamos, que no sabemos si somos capitalistas o socialistas, en un mundo donde esos conceptos dejaron de ser de moda.
Para salir de esta confusión que nadie entiende y que andamos todos a la deriva como un barco sin rumbo y cargado de incertidumbre y desmotivación es un camino incierto sumamente riesgoso donde lamentablemente da la impresión que llego a tal la descomposición donde hay que temer a todos y desconfiar de todo el mundo. ¡Por Dios! Que ha pasado, esa no es nuestra idiosincrasia. Ilumínanos a todos Padre Nuestro a conseguir el camino de la paz, el amor, la convivencia, el dialogo, la prosperidad para todos y a la vez pensar que la vida es como un helado hay que disfrutarla rápido porque se derrite muy fácil, por ello debemos buscar menos complicaciones, vivirla con respeto, admiración, estímulos que nos anime a todos apostar en positivo y no lo contrario siempre hay tiempo de rectificar todo es posible mientras tengamos tiempo y circunstancias.
Unidos todos por el Sistema de Riego Yacambú y el Ferrocarril de la Región….
@JGMendozabarqto