Maximiliano Pérez, coordinador nacional de la Federación Nacional de Caficultores de Venezuela, indicó que este sector en Venezuela se ha reducido.
Sostuvo que en 1998 existían en Venezuela 85 mil familias cafetaleras y actualmente no alcanzan las 1.025, una merma considerable.
Precisó que este grave problema tiene varias causas, una de ellas la política de importación del café y los “precios viles” como se lo paga el Gobierno a quienes lo cosechan, afectando principalmente a humildes familias del campo dedicadas a esta difícil labor, muchas veces en condiciones inhóspitas para sacar este producto a la ciudad para el consumo masivo. No se valoran los gastos y costos de producción.
Recordó Pérez que el ex ministro de Agricultura y Tierras, doctor Oswaldo Carnevali, los calificó en el año 2002 como los damnificados del café.
Indicó que en el 2009 Hugo Chávez anunció la condonación de la deuda a los caficultores venezolanos, argumentando no tenían dinero para pagar los créditos.
En este sentido, está en desacuerdo con la política de que el Gobierno le otorga a los caficultores un crédito e insumos, y los pone a trabajar durante cuatro años, tiempo durante el cual una mata coseche café.
Expuso que en ese período el Gobierno le impone un “precio vil” al rubro que no cubre costos y gastos de producción, sino que lleva a las familias que lo siembran a pérdidas irrecuperables que se ubican en menos del 50% de los ingresos anuales que percibe un obrero que gana salario mínimo.
Dólares para otros países
Lamentó que Venezuela le esté pagando el quintal de café en 207 dólares a Nicaragua, 37 dólares por encima del precio más alto que le ha pagado Estados Unidos a ese país, mientras al productor local se lo cancela en 3.454 bolívares.
Esto sin tomar en cuenta el pago de flete, almacenaje, seguro de importación, nacionalización, transporte y distribución, comentó.
Puntualizó que en Alemania recibían café de Lara y el paquete era procesado en ese país con el nombre de Café Venezuela. “Uno de esos paquetes se lo obsequié a Chávez a través de Marisabel, su ex esposa, y le dije: Vamos a expandir la producción cafetalera; debemos comenzar con nacionalizar la marca.
No es justo que Alemania tenga esta marca y de ahí nació Café Venezuela”.
No obstante, criticó que ahora se esté tomando café en el país de Brasil, Costa Rica, Honduras y Nicaragua, este último país ha incrementado en 43% la cosecha 2014-2015, gracias a las compras de Venezuela, mientras acá este mercado se está acabando.