El Ateneo de Barquisimeto es una institución que desde hace 28 años fomenta el arte y la actividad literaria en la ciudad, pero para continuar con su meritoria labor es necesario que sea rehabilitada la sede ubicada en la carrera 17 con calle 23, en pleno casco histórico. Su director, Ángel Alvarado, refiere que el Ateneo funcionó los primeros años en la Casa Sindical gracias al apoyo de la Federación de Trabajadores del estado Lara (Fetralara) y en 1988 se instaló formalmente en la infraestructura que la gobernación compró al arquitecto Iván Faroh.
Para aquel momento el espacio era acogedor; destacaban los techos de cañabrava, pisos de terracota, ventanales y pilares vistosos. Con el paso del tiempo este escenario cambió por completo. Quienes visitan hoy la edificación, que tiene 150 años, perciben el intenso deterioro en la Galería o Sala Alterna, donde se exhiben las obras de artistas plásticos. Tiene agujeros y cada vez que llueve el agua hace de las suyas.
La situación es similar en la biblioteca, también conocida como Sala de Lectura Hermann Garmendia. El área es invadida por el comején, las paredes tienen grietas y fisuras. Durante nuestro recorrido pudimos constatar el pésimo estado en el que se encuentran las oficinas administrativas, al igual que la Sala de Conferencia y baño.
Alvarado señala que la rehabilitación y el mantenimiento son primordiales, sin embargo hace falta voluntad por parte de las autoridades para iniciar los trabajos en el epicentro cultural al que el olvido e indiferencia le han hecho mucho daño.