Legisladores demócratas y defensores de derechos humanos acusaron el lunes al Departamento de Estado de politizar su lista anual de países que no combaten la esclavitud moderna debido al retiro de Malasia, un aliado estratégico, de ese grupo.
Cuba también salió de la lista negra una semana después de que restauraran formalmente sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos tras medio siglo de tensiones.
Sin embargo, Tailandia, incluido junto con Malasia en la lista negra del año pasado debido a los persistentes abusos en la lucrativa industria pesquera, se mantuvo en el nivel 3, que identifica a los países con peor desempeño en el Reporte de Trata de Personas del Departamento de Estado.
La subsecretaria de Estado Sarah Sewall rechazó que se hubieran tomado decisiones políticas en la elaboración de la lista.
El secretario de Estado John Kerry anunció formalmente el análisis de la manera en que 188 gobiernos de todo el mundo se desempeñaron en el combate a la trata de personas y otras formas de explotación en el trabajo, a lo que llamó «una batalla contra el dinero».
Dijo que el informe no trata de avergonzar a los países sino de poner en marcha acciones contra un comercio ilícito que de acuerdo con Naciones Unidas genera ganancias de 150.000 millones de dólares anuales en industrias como minería, construcción y servicio doméstico.
Según los críticos, la mejoría en la evaluación a Malasia estaría relacionada con su participación en un acuerdo comercial respaldado por Estados Unidos entre países del Pacífico. Tailandia no es parte del acuerdo propuesto.
«Las mejoras a la calificación de Malasia y Cuba son ejemplo de la politización del informe y el sello de aprobación a países que no han tomado las medidas básicas para hacer honor a esta mejora», afirmó en un comunicado el senador demócrata Robert Menéndez.
El representante demócrata Lloyd Doggett dijo acerca de Malasia: «Torcer los estándares para recompensar a un país que acepta la trata de mujeres, niños y trabajadores, está mal».
Sewall habló del fortalecimiento de las leyes antitrata de Malasia y el aumento de investigaciones sobre ese hecho el año anterior, aunque el número de condenas se redujo.
Malasia es uno de 12 países que esta semana trata de finalizar las negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación, la más importante plataforma de la política de Obama para Asia. Una enmienda antitrata crucial para la ratificación del acuerdo por el Congreso limita la capacidad del presidente para cerrar acuerdos comerciales con países que se encuentran en el nivel 3 de la lista negra.
Al igual que Tailandia, Malasia ha recibido críticas por la trata de personas de la etnia rohingya que proceden de Mianmar y Bangladesh. Se han localizado decenas de tumbas clandestinas así como corrales usados para resguardar a los inmigrantes en campamentos en la selva en ambos lados de la frontera entre Tailandia y Malasia.
Sewall dijo que el descubrimiento de tumbas clandestinas en Malasia se registró dos meses después de que concluyera el periodo de investigación para el reporte más reciente. Dijo en que Malasia «hay mucho espacio para la mejora».
En el caso de Cuba, Sewall dijo que hay progreso en el combate a la trata con fines sexuales pero dijo que hay preocupación porque el gobierno de la isla no quiere reconocer el problema del trabajo forzado. Cuba, que ha estado en la lista negra por varios años, rechaza que en las misiones de trabajo en el extranjero haya trabajo forzado.
El presidente estadounidense Barack Obama tiene ahora 90 días para decidir si aplica sanciones contra gobiernos que se encuentran en el tercer nivel. El mandatario puede bloquear diversos tipos de ayuda y podría retirar recursos de Estados Unidos que se incluyan en préstamos de apoyo brindados por el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, pero a menudo Estados Unidos decide no hacerlo a partir de sus intereses de seguridad nacional, como sucedió el año pasado con Malasia y Tailandia, a quienes Washington considera aliados importantes en Asia.
Entre los 23 países que aún están en el tercer nivel están Irán, Libia, Corea del Norte, Rusia, Siria y Zimbabue.
Uzbekistán salió de la lista tras dos años en ella. El Departamento citó una prohibición del gobierno para el trabajo forzado de niños en la cosecha de algodón, aunque afirmó que el uso de mano de obra adulta forzada por parte del gobierno en esa cosecha sigue siendo «endémico».
El Informe de Tráfico de Personas es uno de varios análisis dados a conocer por el Departamento en torno a una serie de asuntos relacionados con derechos humanos, pero es inusual ya que establece un ranking de países, lo que puede causar roces diplomáticos. Se basa en una serie de medidas tomadas por el gobierno, más que el tamaño del problema en los países.
Se cree que a nivel global más de 20 millones de personas son víctimas de trata en industrias como minería, construcción, servicio doméstico y sexual.