El lanzador venezolano de los Marinos de Seattle, Félix Hernández, arribó a 137 victorias en su carrera y se colocó a dos de Johan Santana, quien es el segundo criollo con más victorias en las Grandes Ligas.
Hernández lanzó una nueva joya ante los Azulejos de Toronto en duelo cumplido en el estadio Safeco Field de Seattle.
El derecho trabajó por siete capítulos, toleró dos carreras producto de seis incogibles, recibió cuadrangular y sentenció a siete contrarios.
Una ofensiva complicada para el venezolano que realizó un trabajo excepcional por lo que se acreditó en nuevo lauro en su carrera.
Hernández tiene registro de 12 triunfos y cinco reveses en 20 salidas que ha hecho durante la presente zafra. La efectividad del carabobeño es de 2.69.
El criollo con más victorias en la Gran Carpa es Freddy García, quien cuenta con 156 conquistas en su carrera de 15 temporadas. “El Rey” tiene 11 zafras en el Big Show y apenas cuenta con 29 años por lo que pareciera próximamente quedarse con ese registro de ser el lanzador venezolano con más triunfos en las Grandes Ligas.
Al menos esta zafra se encuentra a la mano de alcanzar a Santana, quien no lanza en las Mayores desde la campaña 2012.
Además el diestro cuenta con 2.075 ponches en su carrera y ya superó en ese renglón a Johan Santana, quien cuenta con 1988.
Indudablemente los números de Félix Hernández son muy buenos hasta ahora y lo colocan como uno de los mejores serpentineros criollos que han pasado por la Gran Carpa.
El escopetero parece encaminado a pelear por el Cy Young en la Liga Americana al tener estadísticas importantes en promedio de carreras limpias, ponches, aperturas de calidad y ganados.
Aunque Hernández en el tiempo solo ha ganado en una zafra más de 15 lauros en su carrera y fue en la campaña 2009 (19). En 2010 con menos conquistas logró ganar el primer Cy Young al ganar en 13 oportunidades y dejar un microscópico promedio de carreras limpias de 2.27.
Félix Hernández buscará quedarse en 2015 con su segundo premio Cy Young en su carrera pero para eso deberá ser consistente en los últimos dos meses de temporada.