La Feria Exposición de Carora, la número 40, realizada hace apenas un mes, tuvieron un éxito que desbordó los cálculos y expectativas de sus organizadores. Habían calculado la inscripción de 400 animales y se inscribieron 650. Los hoteles y posadas fueron absolutamente insuficientes para alojar a los visitantes y dentro de las instalaciones del Parque Teodoro Herrera Zubillaga apenas si se podía caminar.
La vaca ganadora produjo 70 litros de leche y el resto de competidoras superaron holgadamente los 60, nivel en el cual se movían las cifras de anteriores ferias. En subasta varios animales se compraron por encima de los dos millones de bolívares. Indicadores que muestran el auge extraordinario que ha tenido la Raza Carora entre los ganaderos venezolanos y los altos precios con los cuales se mercadea.
Además de exponerse en la Feria de Carora logros genéticos y mejoramiento de la capacidad de producción de la Raza que tomó su nombre, hubo una muy variada exposición artesanal donde destacaron dulces, licores y manualidades, todo esto en un marco de alegría contagiosa y participativa.
Pero en Carora se sufre el segundo año de sequía consecutivo, las represas de Atarigua y Los Quediches no están en capacidad de suministrar agua a la población. En el sector La Veredita, que así se conocen a las haciendas ubicadas en la carretera Panamericana, las lluvias han disminuido en un 80% y hacia San Francisco y Quebrada Arriba la sequía ha disminuido dramáticamente los rebaños y arruinado la siembra de caña.
Con este panorama climático sumado a la crisis de desabastecimiento e inflación que se vive a nivel nacional, no había condiciones para celebrar una Feria. Muchos lo plantearon, pero Sorgo, en las personas de Luis Bernardo Meléndez y Mario Herrera; y Asocrica, con Mario José Oropeza a la cabeza y la colaboración insustituible de Blanca Cecilia Álvarez de Oropeza y el licenciado Julio César Álvarez, insistieron en la necesidad de realizarlas, como una demostración del compromiso que tienen los caroreños con la producción agropecuaria y el convencimiento que Venezuela mediante el trabajo y la perseverancia saldrá adelante.
Para entender este espíritu caroreño de lucha tenemos que repasar sus más de 400 años de historia y observar cómo la característica principal de su perfil es la batalla constante que ha tenido contra la sed, contra la falta de agua, Lo cual lo ha llevado a desplegar un inmenso talento y un coraje moral superlativo para ganar su derecho a la subsistencia. Carora se fundó en mitad de unas playas desérticas y solitarias y para convertirse en una referencia ganadera, agrícola, artística y literaria ha tenido que escalar la pendiente resbaladiza del infortunio climático.
Así lo expresó el presidente del Comité Organizador, Mario José Oropeza, al inaugurar estas cuadragésima Feria. «Estamos en ciclos de una sequía devastadora que ahora se mide por años, nuestras siembras están por desaparecer y nuestros rebaños están disminuyendo aceleradamente, pero muy lejos están estas adversidades de derrotarnos. Por eso hoy no venimos a lamentarnos, hoy venimos a proclamar nuestro optimismo y nuestro compromiso con Dios y con la Patria de que sobre la tierra nos mantendremos, como trabajadores y como parte de la vida que lucha por vencer las calamidades climáticas”.
