“Dijo entonces, uno de los discípulos, Andrés el primo hermano de Simón Pedro: Aquí hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos peces. (Juan 6,8-9)
El pan don de Dios, es para el ser humano, fuente de energía: es un alimento básico, que señala en muchas culturas, la comida al alcance de todos. Es la arepa de cada día, que queremos sea para todos los hogares.
A nivel religioso, además, tiene el significado de todas las necesidades fundamentales del ser humano, incluyendo la espiritual.
Por ello el pan tiene varios significados. En efecto, para aquel que sufre, el sabor del pan es equivalente a la ceniza; por el contrario para el que está alegre, el pan tiene sabor de gozo.
Se dice que el pecador come un pan de impiedad (Proverbios 4, 17) y de que aquel que es perezoso se afirma que come el pan de la ociosidad (Proverbios 31, 27).
El pan es un medio de subsistencia y por lo tanto, dice relación a la solidaridad social.
La comida, en la cual existe el pan, implica convivencia y por lo tanto, comunión. Ya que comer con alguien es compartir la amistad, hasta mi amigo… el que mi pan comía”. /Salmo 41, 10). Después del exilio, se insiste mucho en compartir el pan con el que tiene hambre o necesidad. “El hombre misericordioso, será bendecido porque da de su pan al pobre” (Proverbios 22,9)
El mismo San Pablo, cuando ve necesario que se haga una colecta, recuerda que todo don viene de Dios, comenzando por el pan, así nos dice: “El que provee simiente al que siembra, y pan para comer, proveerá y multiplicará sus sembrados y aumentará los frutos de su justicia” (2 Corintios 9, 10). Por último entre los cristianos, “La fracción del pan expresa la Eucaristía”.
Cristo en ella, se da a todos como alimento de la fe, Él mismo; en un solo pan eucarístico, nos congrega en la unidad, por esta razón, los cristianos: “Perseveraban en la enseñanza de los Apóstoles, en la fracción del pan y en las oraciones” (Hechos 2, 42)
Desde los más lejanos códigos, los panes sin levadura, o panes ázimos, se vinculaban a los sacrificios rituales.
La levadura era excluida en las ofrendas culturales, ya que se le veía quizás como un símbolo de corrupción (Levítico 2. 11); y también como un signo de la salida apresurada de Egipto, cuando no se podía perder tiempo, con la fermentación de la levadura.
La utilización del pan en el culto, llega a su culmen en la Eucaristía cristiana, ya que Cristo, después de haber multiplicado los panes, en una proyección litúrgica, ordena en la Última Cena, actualizar como memorial aquella acción, por lo que hace del pan su cuerpo sacrificado, sacramento de unidad (1 Corintio 10, 16-22)
Jesús también evoca el pan de la Palabra de Dios. Es esa palabra la que da la vida para siempre.
Todos debemos preocuparnos por obtener dignamente el pan de cada día. Pero también debemos esmerarnos en tratar de multiplicar los panes, impulsando nuevas fuentes de trabajo; mejorando la alimentación en las maternidades, hospitales públicos y ancianatos. Es conveniente el lograr mejores condiciones, para los productores del campo. En una palabra, esforcémonos con el trabajo, la libertad y la solidaridad en desterrar el hambre, la desnutrición, la miseria en todos nuestros ambientes.
Además desde la fe, es prioritario, alimentar constantemente nuestras vidas, con la Palabra de Dios y el cuerpo y la sangre del Señor. Jesucristo nos sigue diciendo: “Quien come mi cuerpo y bebe mi sangre, habita en mí y Yo en él” (Juan 6, 56).
Santo Padre
Hay un vínculo entre maltrato a la Creación y trata de personas
El Papa Francisco en la inauguración del Congreso internacional “Esclavitud moderna y cambio climático: el compromiso de las ciudades”, …advirtió que la trata de personas -explotación sexual y laboral de niños y adultos- es también una consecuencia del uso de la Creación.
…no se puede ver el cuidado del ambiente solamente como una actitud “verde”, pues cuidar el planeta “significa una actitud de ecología humana”; es decir, no se puede separar a la persona de la Creación. “La ecología es total, es humana”.
…la encíclica “Laudato Si” explica que “hay una relación de incidencia mutua, sea del ambiente sobre la persona, sea de la persona en el modo como trata el ambiente”, y “el efecto de rebote contra el hombre cuando el ambiente es maltratado”.
“Pido al Señor que nos dé a todos la gracia de poder tomar conciencia de este problema de destrucción que nosotros mismos estamos llevando adelante al no cuidar la ecología humana, al no tener una conciencia ecológica como las que nos fue dada al principio para transformar la primera incultura en cultura, y frenar ahí, y no transformar esta cultura en incultura”, señaló.
Evangelio
Juan (6,1-15): En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.
Jesús al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?» Felipe contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.» Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?» Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió y lo mismo del pescado. … dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado;» Los recogieron y llenaron doce canastas. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Éste sí que es el Profeta » Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.