Nairo Quintana rebanó el viernes 32 segundos de la ventaja del líder Chris Froome en la penúltima etapa en los Alpes y antepenúltima del Tour de Francia.
El ciclista colombiano arribó segundo detrás de Vincenzo Nibali y redujo la delantera de Froome a 2:38, cuando resta una última etapa alpina para alcanzar al británico. El recorrido del sábado de 110,5 kilómetros culmina en el Alpe d’Huez, uno de los puertos de montaña más famosos del Tour.
«En general todo el día ha ido bastante bien, pero nos faltó el toque final», declaró Quintana. «He arrancado buscando el mejor momento para sacarle buen tiempo y distancia a Froome, pero no fue suficiente para lo que pensábamos. Mañana queda otro día, el último ya para todos, donde esperamos poder estar al ataque e intentar también pelear el triunfo de etapa».
Quintana lanzó su ataque en el último ascenso de la etapa, hasta el centro de esquí La Toussuire, y en esta ocasión no hubo respuesta de Froome.
El ciclista del equipo Sky demostró por primera vez en este Tour que no es invencible y decidió no perseguir a Quintana, quien finalmente se acercó al puntero de la carrera.
Froome dijo que prefirió ahorrar energías para la etapa del sábado, que tiene dos difíciles ascensos. Dijo que su estrategia era pedalear a un ritmo constante y limitar el daño, en vez de tratar de alcanzar a Quintana.
«Nos falta un solo día de competencia en serio. Quintana protagonizó un buen ataque y preferí pedalear a mi propio ritmo, tratar de limitar mis pérdidas», dijo Froome. «Mañana daremos el todo en el Alpe d’Huez, pero en realidad estoy ansioso por encararlo, es la etapa más emblemática del Tour de este año. Será épico, sería un sueño ganar la etapa, pero primero tendré que lidiar con un pequeño colombiano».
La carrera culmina el domingo con una ruta plana mayormente ceremonial de 109,5 kilómetros hasta los Campos Elíseos en París.
Froome estaba furioso con Nibali y lo acusó de conducta «antideportiva» por fugarse justo cuando el líder de la carrera se detuvo por un problema en una llanta en la cuesta más difícil del día.
Nibali dijo que Froome lo increpó en la meta.
«Estaba muy molesto, pero ese es problema suyo», dijo el italiano, campeón del Tour de 2014.
Froome dijo que una piedra o un pedazo de asfalto se encajó entre el freno y la llanta trasera en la cuesta Col de la Croiz de Fer, lo que lo obligó a detenerse para desatorarla. Cuando Froome pasó, Nibali se alejó.
Sin decir abiertamente que Nibali debió esperarlo, Froome indicó que «fue como si mi (problema) mecánico hubiese provocado su ataque».
«Le dije exactamente lo que pienso sobre él», relató el campeón del Tour de 2013.