A propósito de la nota acerca del deterioro en las instalaciones del gimnasio de boxeo del Polideportivo Máximo Viloria, Carla Vieira, representante de un niño que practica natación, me hace llegar un reporte acerca de la situación de la piscina de este espacio de actividad física y sana competencia.
Primeramente, señala que Fundela no está haciendo llegar los químicos indispensables para el mantenimiento de la piscina. Cuando finalmente llegan estas sustancias, “ya la piscina está verde, que parece un estanque”. Por ende, los padres y representantes de los niños del turno de 2 a 3 de la tarde, están haciendo un pote mensual para colaborar con la compra de dichos insumos. También están reuniendo dinero para armar un botiquín de primeros auxilios, inexistente en el área en la actualidad.
“Los profesores lo que cobran son 150 bolívares la hora y cuando les toca el pago, les dicen que los recursos fueron usados para comprar los químicos, a lo que los profesores no se oponen, para mantener el funcionamiento de la piscina” explica Vieira.
La delincuencia también azota a los asistentes del Máximo Viloria. “El problema de la inseguridad es gravísimo y no hay ningún ente de seguridad del Estado presente a ninguna hora”. Varios deportistas han sido atracados en plenos espacios públicos del Polideportivo.
Esta representante hace un llamado al presidente de Fundela, Telvis Torres, a fin de que busque una solución a este tipo de situaciones que se extienden a diversas áreas del complejo. Exige una respuesta pues “Fundela sigue recibiendo sus mensualidades y sus inscripciones en la cuenta bancaria”.
El deporte es una actividad beneficiosa para el cuerpo y la mente, además de generar triunfos internacionales para el país y servir de plataforma para la juventud. Por ello, esta “situación que compromete el futuro de una generación sin voz”, en palabras de Vieira, debe ser atendida lo antes posible.
