La semana pasada Barquisimeto se convirtió en la capital del progreso en el marco de la celebración de la Asamblea anual de Fedecamaras que sirvió de escenario para la entrega y rendición de cuentas de su presidente saliente Jorge Roig. La instalación del evento fue emblemática al contar con la presencia del alcalde Alfredo Ramos y del gobernador Henri Falcón, quienes abrieron la jornada con sendos discursos en pro de la libertad económica, la seguridad jurídica y la producción nacional. Ambos lamentaron la ausencia del presidente Maduro quien había sido invitado formalmente a debatir con los empresarios.La guinda de la noche del jueves fue el discurso de Jorge Roig, quien dictó cátedra derrochando liderazgo gremial con seriedad y contenido, estando a la altura del histórico momento que se vive en el país. Deja una institución más moderna y abierta, comprometido con las soluciones necesarias que reclama la coyuntura.
En las actuales circunstancias resulta meritoria toda labor productiva que debe sortear los embates de un gobierno perseguidor y confiscador que insiste en profundizar un modelo hambreador fracasado en todos los tiempos y todas las latitudes. Quince años después no existe un Fundo Zamorano, una Cooperativa gobiernera o una Empresa Socialista capaz de producir bienes y servicios para satisfacer alguna demanda en el país. Y aún así insisten en cerrar a Polar. El modelo es un rentismo autoritario que consiste en monopolizar los dólares para alimentar una burguesía roja que en vez de producir aquí compran alimentos a empresas privadas de otros países donde sí se generan puestos de trabajos dignos. Estamos a la cola del continente y el mundo. Ya ni Cuba nos consuela, luego de su viraje evidente.
Dicho modelo colapsó y ya no hay aumento salarial que valga (con el perdón de Capriles).
Se requieren soluciones estructurales que se resumen todas en la inversión privada para aumentar la oferta y la producción nacional. Para ello es necesario la confianza y las garantías, cosa que no es capaz de generar el actual Gobierno. Ya las distorsiones son tales que son insostenibles. Ejemplo es la crisis que hay en la liga de béisbol profesional con la contratación de los peloteros nacionales quienes terminan ganando una miseria en relación con los importados, debido al subsidio de dólares que les dan a los equipos para los extranjeros. Nuestros grandes ligas ganando una miseria en bolívares y los extranjeros se llevan los dólares. Un Gobierno que otorga subsidio en dólares para contratación de extranjeros en perjuicio de los deportistas patrios, no puede llamarse nacionalista. La brecha entre los que tienen los dólares y los que ganan en bolívar es la mayor de las desigualdades posibles.
El caso es que estamos sufriendo un drama sin precedentes mientras Maduro habla del Negro Primero y Grecia. Urge colocar el tema económico en el centro del debate y consensuar una agenda de rescate antes de que el costo social sea impagable. Desde ya me atrevo a asegurar que Roig será una pieza clave en esa etapa nueva de la Venezuela productiva que más temprano que tarde llegará.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.
