Una francesa de 18 años nacida con el virus del sida ha visto controlada su infección a un nivel casi no detectable pese a haber detenido el tratamiento hace 12 años. Los médicos consideran que se trata de una remisión sin precedente.
La joven podría tener alguna forma de resistencia natural al VIH todavía no descubierta. Pero su caso renueva las esperanzas de que un tratamiento pronto y enérgico pueda limitar el alcance del virus y, quizás en algunos casos, permitir que los pacientes lo controlen sin tomar medicamentos durante toda su vida.
Hace unos pocos años, los médicos reportaron un caso similar: una niña de Mississippi que mantuvo a raya el VIH durante 27 meses sin tratamiento. Pero después el virus se reactivó y aplastó las esperanzas de que el tratamiento temprano pudiera haberla curado.
Por lo menos una docena de adultos han tenido remisiones durante una media de diez 10 después de tomar medicinas para el VIH, pero se dice que el caso de la niña francesa es el primero duradero iniciado en la infancia.
El caso fue descrito el lunes en una conferencia de la Sociedad Internacional del Sida en Vancouver, Canadá, por el doctor Asier Saez-Cirion, del Instituto Pasteur en París. La adolescente vive en el área de París y no se reveló su identidad.
«Esto es digno de entusiasmo» pero no se sabe si la remisión durará, observó Francoise Barre-Sinoussi, científica del Instituto Pasteur y codescubridora del VIH. «Este caso es claramente una nueva prueba del beneficio poderoso que significa comenzar el tratamiento lo antes posible».
Muchas madres infectadas con el VIH toman medicinas para el sida durante su embarazo, lo que reduce en gran medida la probabilidad de que transmitan el virus a sus hijos. En el caso de la adolescente francesa, su madre no mantuvo su VIH bajo control durante el embarazo, y los médicos creen que la niña se infectó antes o durante el parto.
Los médicos administraron a la bebé un medicamento para el VIH —zidovudine, o AZT— durante seis semanas, el tratamiento indicado en ese entonces. Los exámenes indicaron que todavía presentaba niveles elevados del virus en la sangre, de modo que le dieron una combinación más poderosa de cuatro medicinas.
Se mantuvo el tratamiento hasta casi los 6 años, cuando los médicos perdieron contacto con ella. Cuando regresó un año más tarde, la madre explicó que le había dejado de dar a su hija los medicamentos para el VIH. Los médicos la examinaron y no le encontraron VIH en la sangre y por eso decidieron no reanudar el tratamiento.
Excepto por un breve lapso cuando tenía 11 años que se resolvió por sí solo, el virus ha permanecido desde entonces por debajo del nivel de detección, aunque los expertos pudieron hallar vestigios a niveles extremadamente bajos cuando la examinaron con pruebas muy sensibles.
«Esta niña está en remisión de infección pero sigue infectada» y no está curada, precisó Saez-Cirion. La paciente no presenta ninguna de las variantes genéticas ni otros biomarcadores que se sabe contribuyen naturalmente a controlar o protegerse de la infección del VIH, ni fue capaz de suprimir el virus por sí sola antes de recibir la poderosa combinación de fármacos. Eso sugiere que el tratamiento temprano es responsable de la remisión, afirmó.
Sharon Lewin, experta en sida en la Universidad de Melbourne en Australia, dijo que «siempre es difícil determinar con un solo caso si hay algo especial en ese individuo particular. Lo que la gente se pregunta es si esto hubiera ocurrido de todos modos» independientemente del tratamiento. El doctor Steven Deeks, especialista en sida en la Universidad de California, en San Francisco, estuvo de acuerdo con su colega pero dijo que el caso «se suma a los reportes insistentes de que debemos tratar a todos realmente temprano».
Esto también es válido para los adultos. Un estudio numeroso fue detenido pronto debido a que se evidenciaron los beneficios de iniciar el tratamiento lo antes posible después del diagnóstico. Los detalles de ese estudio también fueron presentados a la conferencia sobre el sida el lunes.