“Ayúdenme, no me dejen morir”, expresaba Víctor Rafael Meléndez Sánchez, de 23 años de edad, quien fue baleado en la espalda y el antebrazo izquierdo, a las 9:30 de la noche del jueves en la Intercomunal Barquisimeto-Cabudare. Al lugar llegó una comisión de la policía que veía cómo el joven moribundo clamaba por ayuda, pero no le brindó auxilio, tampoco dejaban que nadie pasará, fue una hora después, que un conocido alertó a la familia y un sobrino de Meléndez Sánchez, en compañía de un amigo lo agarraron lo montaron en una moto y se lo llevaron hasta el ambulatorio, en donde falleció, denunciaron los hermanos de la víctima fatal.
Meléndez Sánchez, residía en la calle 4 sector Rómulo Gallego de la urbanización Terepaima, en Cabudare, a las 9 de la noche había salido para comprar unos pepitos, se trasladaba en un motocicleta, una Bera socialista.
Cuando se trasladaba por la Intercomunal Barquisimeto – Cabudare, frente a un reconocido hotel, fue interceptado por un sujeto quien se bajó de un vehículo que estaba estacionado frente a una clínica. Le disparó, haciéndolo caer de la moto y posteriormente lo despojó de su teléfono celular y un koala, en donde tenía una portachequera y el dinero.
Posteriormente escaparon del lugar y dejaron al joven agonizando, relató Jenifer Ollarves, hermana de la víctima fatal.
La dama indicó que estaba molesta. No entiende cómo funcionarios de Polilara no le prestaron auxilio a su hermano y lo dejaron morir, porque los médicos no lo pudieron salvar porque había perdido mucha sangre.
Aproximadamente una hora estuvo el joven tirado en el lugar. Fue ingresado a las 10:40 al ambulatorio y 20 minutos después falleció, relata Ollarves.
Danny Ollarves indica que su hermano, hace dos años y medio, comenzó a trabajar como colector en la Ruta 20, tres meses después le dieron la unidad de trasporte para que la manejara, por lo cual se desempeñaba como chofer.
El jueves era su día libre, había compartido con su familia y sus hijos, era padre de tres: una hembra de cinco años, y dos varones de tres y dos años.
Los hermanos de la víctima fatal manifiestan que su hermano no tenía problemas con nadie, porque era una persona trabajadora que no se metía con nadie.
Comentan que hace 20 días había sido víctima de robo. Caminaba con su novia cuando unos delincuentes lo despojaron de su teléfono celular. Desde ese momento cargaba uno de la hermana para no estar incomunicado.
Sus seres queridos siempre lo encomendaban a Dios, pues saben que su labor es bastante peligrosa, pero jamás pensaron que pasarían por dicha situación.
Esperan que los investigadores indaguen y revisen si el hotel que está por la zona tiene cámaras que pudieron haber documentado el crimen y podría facilitar el esclarecimiento del homicidio.