Así como en 1560, cuando no tenía ocho años de fundada Nueva Segovia, se reunieron en esta ciudad los ediles de los cabildos existentes en estos territorios, apenas siete por entonces, el pasado viernes 10 tuvieron su primer encuentro nacional aquí los concejales de la Unidad de toda Venezuela, en un evento bonito y estimulante, uno de esos buenos motivos para el optimismo que tanto nos hace falta en estos tiempos de severa crisis nacional.
En el acto de instalación hablaron, con la voz de la experiencia, nuestro alcalde Alfredo Ramos y nuestro gobernador Henri Falcón, quien precisamente acumuló al frente del municipio los puntos que le permitieron prestigio y popularidad para llegar más allá de los linderos partidarios en una realidad tan polarizada como la nuestra. Después vino el turno de quien escribe, y tan a gusto estaba que hablé más largo de la cuenta. El ambiente era propicio y me emocionaba la presencia en esta encrucijada de caminos de gente venida de los puntos más distantes de la República. La delegación del municipio amazonense Autana, viajaron quince horas desde Isla Ratón, primero en lancha y después por carretera. “Estuvo buena la cadena” me dijo Macario al terminar. Los concejales deliberaron, escucharon intervenciones de los dirigentes de los partidos de la Unidad y se pusieron de acuerdo en constituir una asociación para la solidaridad, la cooperación y la formación, en nombrar su directiva encabezada por el edil metropolitano Edison Ferrer y el de San Carlos Francisco Vera, de Primero Justicia y Acción Democrática respectivamente. También en una Declaración de Barquisimeto políticamente sólida y pertinente.
Lo que comenzó como un proyecto de un taller para concejales de Avanzada Progresista en Lara fue evolucionando, con impulso de la MUD y apoyo del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro, en una reunión de concejales unitarios de nuestra región y luego en este productivo encuentro nacional. Esa dinámica no habrá sido posible, sin la menor duda, sin ese motor de iniciativas que es Milagros Gómez de Blavia, integrante hoy de la cámara edilicia barquisimetana, cuya tradición ostenta nombres como los de Omar Montero, Dori Parra de Orellana, Raúl Azparren, Luis Gallardo, Juan Pablo Soteldo, Carlos Sequera Cardot y tantos otros que dejaron alta la medida de la exigencia.
La responsabilidad que Venezuela sigue reclamando, empieza institucionalmente en el Municipio, cuya naturaleza celular y comunal reconoce y defiende la Constitución actual. Es la unidad primaria de la organización nacional y el primer espacio para el progreso del pueblo venezolano, por definición, la preocupación eminente de alcaldes y concejos municipales, y el compromiso de las fuerzas políticas que los postulamos.
En nuestra gestión municipal, sea en el Ejecutivo o en el Legislativo locales, así como en cómo demostremos en las gobernaciones y consejos legislativos y, claro, en la crucial Asamblea Nacional que elegiremos este año por encima de todo obstáculo y contra toda provocación, están los avales para que sea creíble nuestra promesa de una Venezuela donde todos podamos vivir y progresar en paz.