El término deviene del alemán (con fundamento en el marxismo) y traduce en español andrajoso, en conjunción con oportunista.
¿Dónde podemos observar estos especímenes? Aquí; luego de la promulgación de un conjunto de normas de talle populista, afianzadas en un proceso constituyente que, además, sirvió para justificar la creación de estructuras burocráticas con el nombre de misiones. Administradas discrecionalmente desde la presidencia por un demagogo ensoberbecido por la adulación y fundamentado en un populismo expropiador y confiscador, que terminó empujando a nuestras clases populares a postrarse frente a un nuevo posible “mesías” de la política en nuestra patria… siempre ávida de salvadores y caudillos.
Por supuesto que “estos barros los trajeron aquellas aguas”, como suele decirse para dar ubicuidad al período democrático precedente y en parte responsable, con su actitud sectaria, de esta caquistocracia que ha generado el deterioro en lo moral, lo cívico, lo cultural y una larga cadena de etcéteras.
En nombre de una mal entendida justicia social se recurrió a imponer un centralismo riguroso y un capitalismo de estado que suponía la reinversión de la plusvalía a favor de los depauperados…pero que terminó en los paraísos fiscales, en presuntas cuentas personales y de las cuales sabemos, gracias a los medios de comunicación internacional y a los bancos intervenidos.
Ahora que se acercan las elecciones (que tratan de retrasar y/o impedir) recurren de nuevo, como todos los tiranos, al viejo recurso del patrioterismo trasnochado y mal demostrado. Aprovechando cualquier coyuntura. Lo triste es que han creado un país de mendigos y trapisondistas. De lumpemproletarios!