A las 11:30 de la noche del miércoles se escucharon seis detonaciones, en la manzana B, de la calle 1, sector 1 del barrio Los Pocitos, al oeste de la ciudad. La zona estaba bastante oscura y ningún residente se atrevió a asomarse, por lo peligroso, además saben que ese sonido trae desgracia.
Entre las 4:30 y 5 de la mañana de ayer, vecinos salieron para sus trabajos y se toparon con el cuerpo sin vida de un joven. Al acercarse se percataron que se trataba de Alexander José Soto Marín, de 25 años de edad, un muchacho conocido por toda la barriada, extrañados porque aseguraron que era una persona que no tenía problemas con nadie y se ganaba la vida dando clases de bailoterapia.
La víctima residía en el callejón 2, en la avenida principal de la parte alta de la Nueva Lucha. Hasta allí llegaron los conocidos a avisar al señor Rafael Soto que a su hijo lo habían asesinado. Madre y padre de Soto Marín y sus hermanas se fueron hasta el lugar para ver si era cierto lo que decían y allí localizaron el cuerpo sin vida.
Soto Marín estaba tendido boca abajo, cargaba zapatos de tela deportivos, un jeans blanco y un suéter negro.
Estaba en medio de la calle y sobre un charco de sangre. Se le apreciaba en la parte izquierda de la cabeza un orificio, causado por el paso de un proyectil y sería la causa de su muerte.
Su familia lo revisó y se percató que no tenía su cartera, su teléfono celular, ni tampoco un bolso que acostumbraba cargar. Creen que sus asesinos además de arrebatarle la vida, lo hicieron con sus pertenencias también.
Viskely Soto comenta que su hermano salió de la casa a las 8 de la noche del miércoles. Siempre lo hacía y acostumbraba a regresar a las once de la noche. Iba a visitar amigos, o algunos familiares que tiene por Los Pocitos.
Asegura que el joven no se metía con nadie, tenía poco tiempo viviendo con una joven y era instructor de bailoterapia, pero la cosa estaba un poco dura y hace meses había trabajado como vigilante. Ahora vendía panqués.
Rafael Soto indicó que su muchacho era el mayor de cinco hijos y era una persona que no se metía con nadie.
Una vez fue detenido en un operativo por estar tarde en la calle, pero no por mala conducta. Los expedientes del Tribunal Supremo de Justicia indican que en febrero del 2010, la víctima fue detenido por resistencia a la autoridad.
Hasta ahora desconocen las causas del crimen, pero aseguran que se trata de un robo.