Siete hurtos en siete meses del año en el ambulatorio de El Ujano, dieron pie para que el personal médico, de Enfermería y hasta los pasantes de Medicina junto a los habitantes de las comunidades, protestaran la mañana de ayer, pues dicen estar cansados de la inseguridad de la cual son víctimas.
“Equipos odontológicos, aires acondicionados, ventiladores, cocinas, bombonas de gas y hasta los tensiometros, entre otros, se llevaron”, explicó Esthela García, estudiante del sexto año de Medicina en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y pasante en el centro asistencial.
Explicó que en el último hurto, ocurrido hace menos de una semana, se dañaron más de 450 vacunas que las sacaron de su cadena de refrigeración. “No tenemos con qué atender a los más de 200 pacientes que se benefician a diario con nuestra labor. Queremos seguir trabajando pero así no podemos”, indicó la joven, quien se mostró altamente preocupada.
Ella, al igual que los otros 24 trabajadores del lugar, manifestaron que en las adyacencias del ambulatorio está una cancha deportiva que es usada por algunos jóvenes no sólo para distraerse jugando sino también, supuestamente, para consumir sustancias sicotrópicas y estupefacientes.
“Eso nos preocupa. Se pegan a las puertas y comentan entre ellos lo que hacen (…) Aquí no contamos con vigilantes, tampoco con una cerca perimetral porque el portón se lo llevaron y entra quien quiera. Incluso, en medio de las consultas pasan los sujetos y extorsionan a las personas”, expresó.
Solo cuidan presos
Antonio Mujica llegó a la comunidad en el año 1971, cuando el entonces presidente Rafael Caldera le asignó una casa. Dice que desde entonces no había vivido una situación de inseguridad como la que percibe hoy día. “Desde hace tres años se ha agudizado todo. Mi esposa y yo pertenecemos al Club de Hipertensos y Diabéticos, donde nos dan charlas de educación de salud además nos atendían pero ahora, no nos pueden ni tomar la tensión”, comentó.
Informó que hace aproximadamente un año, se construyó una comisaría de Polilara, “donde lo que hacen es cuidar presos porque no salen a cuidarnos”.
Debido a esta situación, desde ayer, fueron cerradas las puertas del Ambulatorio El Ujano, ubicado a dos cuadras del Hospital Militar, a fin de ejercer presión y lograr les envíen personal de seguridad.
Luis Rodríguez, director de Polilara, informó que hoy se reunirán con representantes del centro asistencial y el director de Salud regional, Ruy Medina.