El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo este miércoles su previsión de una caída del PIB de 7% este año en Venezuela y alertó sobre la posibilidad de una inflación de «tres dígitos», en un escenario que calificó como «muy complejo».
Alejandro Werner, economista jefe del FMI para el Hemisferio Occidental, dijo en conferencia de prensa que la economía venezolana exhibe «una mayor dependencia del financiamiento por parte del Banco Central, lo cual ha venido llevando a una aceleración de la inflación a una tasa de tres dígitos».
Ese escenario hace que se confirmen «nuestras estimaciones de una contracción de 7% este año», dijo.
Poco antes de su conferencia de prensa, en un artículo que publicó en el sitio web del FMI, Werner había señalado que la entidad monetaria estima «una tasa de inflación superior al 100%» durante este año en Venezuela.
El último informe oficial sobre el índice de precios en Venezuela data del año pasado, cuando la inflación fue de 68,5%, tras un incremento del índice de 56,2% en 2013. Este año no han sido entregadas cifras oficiales sobre el aumento del costo de vida en el país.
En general, dijo Werner, «la caída del precio del petróleo, para el país latinoamericano más expuesto al crudo, representó un choque muy importante, y dificulta más la situación, generando, en una economía que tiene finanzas públicas muy delicadas, restricciones adicionales».
En un escenario interno con un «déficit público de dos dígitos, es una situación muy compleja» para Venezuela, que enfrenta una aguda escasez y la profunda devaluación de su moneda, señaló.
No obstante, Werner apuntó que, al no realizar visitas técnicas a Venezuela desde hace varios años, el FMI no cuenta con «información actualizada».
«Pero claramente no ha habido ningún anuncio de un marco de política fiscal y monetaria de medio plazo que implique un ajuste y una corrección de los desequilibrios», agregó.
Werner discutió este miércoles la revisión que el FMI introdujo en julio a las previsiones económicas mundiales anunciadas en abril pasado, y que llevó a la entidad a reducir la expectativa de crecimiento de América Latina y el Caribe en 2015 de 0,9% a 0,5%.
