Una autopsia de la leyenda del blues B.B. King determinó que había fallecido en mayo de causas naturales, descartando así acusaciones de envenenamiento que lanzaron dos de sus hijas.
La oficina del médico forense del estado de Nevada (oeste) –B.B. King falleció el 14 de mayo en Las Vegas a los 89 años– precisó en un comunicado este martes que una de las causas de la muerte del guitarrista eran las consecuencias de la enfermedad de Alzheimer.
Pero King también sufría de problemas en las arterias coronarias, insuficiencias cardíacas, hipertensión, diabetes y de una enfermedad cerebrovascular.
«A este punto, podemos afirmar con confianza que King murió de causas naturales», afirmó John Fudenberg, médico forense del condado de Clark, citado en un comunicado, esperando que esta «conclusión permita dar vuelta la página».
Dos hijas del músico, Karen Williams y Patty King, habían afirmado que su padre había sido envenenado por su manager, Laverne Toney, y su asistente personal.
Luego del anuncio del cuerpo médico, el abogado E. Brent Bryson de Laverne Toney indicó en un comunicado que era «lamentable que el cuerpo de King haya tenido que sufrir una autopsia innecesaria a causa de acusaciones imaginarias».
Las dos hijas del músico no pudieron ser contactadas de inmediato a raíz de este anuncio.
El patrimonio de B.B. King, que seguía produciéndose en conciertos pocos meses antes de morir, es evaluado en al menos 10 millones de dólares.