Por tercera vez en una semana, el gremio de taxistas de Barquisimeto pasan por el penoso dolor de despedir a uno de sus compañeros. En esta oportunidad la trágica víctima fue Arcángel Rafael Romero, de 65 años de edad, a quien mataron de un tiro a las 6:30 a.m., aproximadamente de este lunes, frente a la escuela San Ignacio de Loyola, en la calle 60 entre carreras 13 A y 13B.
Vecinos de la zona indicaron que escucharon una detonación, “nos asustamos porque no sabíamos qué podía pasar. Cuando salimos nos encontramos con esta mala noticia”, dijo una mujer que estaba angustiada ante lo ocurrido y observaba cómo los funcionarios de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Lara, hacían la recolección de evidencias, las entrevistas a efectos de investigación y dibujaban el plano del sitio del suceso.
José Romero, hijo de la víctima, comentó que ayer su papá salió a las 4:00 a.m., de su casa, ubicada en La Carucieña, a hacer los recorridos de transporte.
A la hora del hecho era el turno de buscar a una señora que vive en el lugar, en una vivienda blanca, de dos pisos, la cual está en venta. Lo que nunca imaginó es que sería la última carrera que haría, pues dos sujetos lo interceptaron para despojarlo de su vehículo Toyota Araya, placas AA342YL, pero como se opuso, le propinaron un tiro en el hombro, cuyo proyectil le quedó incrustado en el cuerpo y acabó con su vida.
Rápidamente dieron parte a las autoridades policiales, quienes resguardaron la escena del crimen e iniciaron las averiguaciones del caso.
Según habitantes del lugar, El Zancudo, pudo haber sido quien mató al hombre que tenía unos 30 años como taxista.
“Él lo hacía sólo con clientes, ya a las 8:30 a.m., mas o menos terminaba sus labores”. No montaba a gente desconocida precisamente por evitar ser robado.
Incluso, su hijo comentó que anteriormente había sido víctima de la delincuencia y hace unos meses recuperó el carro, con el cual trabajó para sacar adelante a sus 15 hijos.
Trabajo de peligro
La línea Yacambú, ubicada en la calle 60 con avenida Fuerzas Armadas, al oeste de Barquisimeto, fue en la cual laboró el hoy occiso durante toda su carrera.
Los taxistas de Barquisimeto hoy día se sienten inseguros en ejercer su oficio. Dicen, al momento que piden resguardar su identificación por miedo a represalias, que a cualquier hora y en cualquier parte de Barquisimeto, la situación es igual: hombres y hasta mujeres embarazadas, sacan el arma para cometer el robo, los llevan hasta un sitio donde están los delincuentes esperando y les quitan sus pertenencias.
Oscuridad total
El homicidio de ayer, el número 31 del mes en Lara, se cometió frente a una institución educativa donde celebrarían el avance de grado de los menores y se iban de vacaciones.
Los vecinos del lugar comentaron que en las noches, las calles parecen “una boca de lobo”, pues faltan muchos bombillos para alumbrar el sitio, “uno teme y debe encerrarse temprano. Esto es muy inseguro y se ve poco patrullaje”, dijo una dama.
“El viernes pasado había una actividad en la escuela y unos sujetos se metieron a robar. Después a una representante que salía le pasó igual. En total se cometieron cuatro atracos en un momento”.
