El proceso de paz del gobierno de Colombia con la guerrilla de las FARC entra en un «momento definitivo» luego de que las partes acordaron bajar la intensidad del conflicto armado, dijo este martes el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
«Estamos llegando al momento definitivo del proceso de paz, momento que ya se va a medir en meses y no en años», dijo Cristo durante una charla en Washington.
El gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) anunciaron el domingo un acuerdo para «desescalar» el conflicto en Colombia, que había recrudecido recientemente por acciones guerrilleras contra uniformados y la infraestructura energética, así como bombardeos oficiales a las zonas rebeldes.
Las partes harán en cuatro meses una evaluación de las medidas, así que «no es un ultimátum efectivamente, no es un plazo fatal», afirmó Cristo.
Pero el ministro reconoció que el acuerdo es el resultado de un ambiente de impaciencia y pesimismo en la sociedad colombiana luego de tres años de negociaciones en La Habana y el alza reciente de la violencia.
El acuerdo, que entra en efecto el 20 de julio, «busca fundamentalmente humanizar el conflicto en Colombia, sacar a la población civil del conflicto y empezar a disminuir la intensidad del mismo», apuntó Cristo.
«Es la fórmula ideal para que en pocos meses podamos estar hablando de un acuerdo de paz», añadió el responsable.
El acuerdo sin precedentes, que pondrá en marcha un proceso de reducción de las acciones militares, en correspondencia de la suspensión de ataques de las FARC, busca impulsar las negociaciones para un cese al fuego bilateral y definitivo.
Mientras tanto el gobierno emprende de manera paralela gestiones para el eventual fin de las hostilidades como las reparaciones de víctimas, y anticipa su estrategia para recuperar rápidamente los territorios ocupados por los rebeldes.
«El Estado debe estar preparado para ocupar esos territorios en seis meses (…) no tenemos más tiempo que ese», dijo Cristo, que integra un comité del gobierno para desarrollar el posconflicto.
Pero las partes en La Habana aún tienen que discutir aspectos de la implementación del cese al fuego como la entrega de armas y las garantías de seguridad para los desmovilizados.
El gobierno y las FARC han consensuado hasta ahora tres de los seis puntos de la agenda, y han acordado además un programa de desminado y la creación de una Comisión de la Verdad.
Aún deben abordar el espinoso punto de la justicia transicional por los crímenes cometidos en el marco de la confrontación, en el que tienen profundas diferencias.
«Los tiempos de las amnistías y los indultos pasaron ya», dijo Cristo.
