El sociólogo colombiano Orlando Fals Borda (1925-2008) fue uno de los pensadores latinoamericanos más importante de los últimos tiempos. Hasta el final de sus 83 años promovió distintas iniciativas políticas de izquierda. Junto a Camilo Torres impulsó en los años ’60 al Frente Unido. Sin llegar a ser parte formal de la organización revolucionaria M-19, fue perseguido por el gobierno, acusado de ser su ideólogo.
Después de la legalización del movimiento formó parte de los diputados de Alianza Democrática M-19 para la Asamblea Constituyente de 1991, donde se propuso establecer un nuevo ordenamiento regional, más afín a la realidad de las culturas que componen el territorio. A su muerte era presidente honorario del Polo Democrático Alternativo, nacido en 2006, la más importante coalición de izquierda colombiana frente al entreguismo imperialista del presidente Uribe.
Orlando Fals Borda fue un convencido de que lo importante para un intelectual no es sólo conocer la realidad, sino transformarla. Esta perspectiva del quehacer científico se materializó en la investigación acción participativa. Este intelectual comprometido con las causas populares nos habla de ciencias emergentes o subversivas y ciencia popular para referirse “aquel conocimiento que les ha permitido crear, trabajar e interpretar predominantemente con los recursos directos que la naturaleza ofrece al hombre”. Borda parte de “la filosofía espontánea” y del “intelectual orgánico” al que hizo referencia Gransci. Asimismo de Foucault toma su “historia viva” en la “arqueología del saber” para rescatar la sabiduría popular, aquella que ha hecho posible sobrevivir económica y culturalmente a una gran mayoría marginada de los bienes de producción y de consumo.
En respuesta a los que muchos críticos han señalado al ver esta corriente como ingenua, Borda está conciente de lo delicado que es hablar de una ciencia del pueblo o mas aún ciencia de proletariado, señalando que este es un dogmatismo político que además de anticientífico poco contribuye con las verdaderas causas populares ya que su construcción es impuesta de manera paternalista y sirve mas para el control que para la liberación. La propuesta de Borda y quienes lo acompañan es el que sea la comunidad la que construya su propia ciencia, donde no se niegue el papel del académico tradicional, pero este nunca se podrá convertir en un mediador de la investigación, es un acompañante. Términos como concientización, dialogo, compromiso y acompañamiento son propios de este tipo de investigación que no persigue el control ni de conductas ni de seres humanos, como lo hacen la mayorías de investigaciones científicas, sino la desconstrucción del pensamiento hegemónico dominante y su sustitución por un pensamiento liberador, donde el conocimiento sea para entenderse y relacionarse con los otros y no para dominar. Este es un tipo de investigación claramente comprometido política e ideológicamente con un proceso de transformación de la formación social y económica dominante.