Vecinos de San Vicente y Brisas del Aeropuerto, quemaron cauchos y cerraron seis calles, desde la 55 hasta la 60, porque tienen tres meses sin servicio de agua potable.
Más de mil familias están desesperadas por la falta del vital líquido. Personas de todas las edades expresaron su molestia en la vía pública, debido a que no tienen ni una gota de agua para cocinar, tampoco para hacer necesidades básicas y labores domésticas.
Nayilde de Rivero, señaló a EL IMPULSO, que ante la “ineficiencia” de Hidrolara habitantes de las comunidades sobreviven con el agua de los botellones que se ven forzados a comprar a precios exorbitantes, porque la empresa ni siquiera ha enviado camiones cisternas para atender la emergencia.
“En la 56 con San Vicente el suministro era tres días por semana; lunes, miércoles y viernes. De repente las tuberías se quedaron secas y nadie informó los motivos” denunció la dama tras agregar que los usuarios igualmente pagan por el servicio que dejaron de disfrutar, lo cual considera injusto porque las cuotas son altas.
“Estamos cansados de tanta indiferencia.
Es increíble, pero yo no pude enviar a mi hijo al acto de fin de año escolar porque no tenía agua para bañarlo” narró Nayilde de Rivero.
Exigen respuestas
¿Queremos saber qué pasa, si se trata de una tubería rota u otra falla? gritaba la multitud en búsqueda de una respuesta por parte de Hidrolara.
Milagros Morales, aseguró que a las 12:00 del mediodía, una comisión acudió a la sede para hablar con la directiva y aunque el grupo logró plantear el problema lo único que prometieron las autoridades fue un camión cisterna.
Caos vehicular
Cabe destacar, que la acción de calle generó caos vehicular en las vías adyacentes al Aeropuerto Internacional Jacinto Lara y la avenida Hermano Nectario María, mejor conocida como La Ribereña.
Asimismo, ocasionó descontento entre las personas que para llegar a sus hogares tuvieron que caminar, además entre conductores que esperaron más de dos horas en cola.