Los líderes de la zona euro alcanzaron este lunes un acuerdo para empezar a negociar un nuevo programa de rescate con Grecia, que impone al gobierno de Alexis Tsipras medidas draconianas y grandes sacrificios para la exhausta economía del país.
Ahora la urgencia es que Grecia pueda hacer frente a sus próximos vencimientos. Hasta mediados de agosto Atenas tiene necesidades financieras por 12.000 millones de euros.
Los ministros de Finanzas de la zona euro se reunieron de nuevo este lunes por la tarde en Bruselas para hablar de crédito puente, una cuestión compleja sobre la que esperan una solución el miércoles.
«Es muy complejo (…) aún no encontramos» la manera de hacerlo, dijo el holandés Jeroen Dijsselbloem que en la misma reunión fue nombrado de nuevo presidente del Eurogrupo en detrimento de su homólogo español Luis de Guindos.
Consecuencia del acuerdo, el BCE anunció este lunes que mantendrá «sin cambios» sus préstamos de urgencia (ELA) a los bancos griegos, vitales para mantener a flote la maltrecha banca del país, víctima de enormes fugas de capitales de los últimos meses.
Al cabo de 17 horas de difíciles negociaciones, marcadas por la desconfianza y las divisiones y la amenaza de una salida de Grecia de la unión monetaria, los 19 países llegaron el lunes por la mañana a un acuerdo «por unanimidad».
«El ‘Grexit’ desapareció», dijo a la AFP el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker tras las maratonianas sesiones de negociación. La posibilidad de una salida de la zona euro había estado sobre la mesa hasta bien avanzada la madrugada.
Los mercados europeos recibieron con subidas el lunes el acuerdo entre Grecia y la eurozona, con la mayoría de las grandes bolsas operando al alza.
El parlamento griego deberá ahora aprobar las reformas acordadas con sus socios europeos, una serie de duras medidas de ajuste en materia de pensiones, subidas de impuestos y la ampliación del programa de privatizaciones.
El calendario del acuerdo impone primero un voto en Grecia de la nueva legislación, posiblemente el miércoles, seguido luego por la aprobación de los parlamentos nacionales en los días siguientes.
Coincidiendo con el voto en Atenas, el sindicato de empleados estatales griegos, Adedy, convocó una huelga de 24 horas .
En Alemania el Bundestag podría votar el viernes, indicó el presidente de la cámara Norbert Lammert.
Grecia prolonga el corralito
En Grecia, el gobierno griego decidió el lunes prolongar nuevamente el cierre de los bancos «hasta el miércoles incluido», indicó un comunicado del ministerio de Finanzas.
Desde que se impuso el corralito el 29 de junio, la economía griega está paralizada. Los bancos sobreviven únicamente gracias a la ayuda del BCE.
Este tercer rescate al país, que ya se benefició de otros dos en 2010 y 2012, está evaluado en entre 82.000 millones y 86.000 millones de euros durante tres años.
El documento final del acuerdo incluye varias de las líneas rojas que el gobierno de Tsipras quería evitar, como la participación del FMI en el rescate, nuevas privatizaciones y la creación de un fondo de 50.000 millones controlado por la UE que servirá para amortizar la deuda
Sobre la deuda, el documento abre la vía a una reestructuración y alargar los plazos pero recuerda que no es posible una quita.
El acuerdo obliga además al gobierno griego a legislar rápidamente esta semana las nuevas medidas, entre ellas la reforma de las pensiones y la apertura a la competencia de sectores como el del transporte marítimo o de la energía, así como una «revisión y modernización» del mercado laboral.