Alrededor de mil aficionados del Real Madrid acudieron al Santiago Bernabéu para asistir en directo del acto de despedida a Iker Casillas organizado por el club. Desde las once de la mañana pidieron sonoramente que se abrieran las puertas del estadio para despedir a su ídolo y también lanzaron gritos de “¡Florentino, dimisión!”. El recinto se abrió al público a las 12:30. Después, cuando el guardameta se asomó al palco atronaron los gritos pidiendo la salida del presidente, quien minutos antes había defendido que el meta salía del club por propia voluntad». También se escucharon gritos de «Sergio Ramos no se vende».
El jugador bajó al césped y se fotografió con todos los trofeos. Allí fue aclamado por los aficionados blancos. El Real Madrid, después del adiós en solitario de Casillas en la sala de prensa del estadio el domingo, emitió un comunicado este lunes en el que anunciaba un acto con el guardameta en el palco VIP del Bernabéu a partir de las 13:00 horas.
No estaba previsto que el estadio abriera sus puertas, pero ante la presión de miles de personas agolpadas en los alrededores del Bernabéu, el club decidió permitir la entrada a los aficionados.