Con la llegada de las lluvias, la vialidad en Cabudare se ha convertido en un verdadero desastre, incluyendo las principales calles o avenidas por donde a diario deben pasar miles de vehículos.
“Esto se ha vuelto insoportable; ya uno no haya que hacer para no caer en tanto huecos, tantos cráteres”, manifestó un taxista que sólo dijo llamarse Ramón.
En especial los trabajadores del volante consideran inaceptable que desde la alcaldía de Palavecino no se hayan percatado de la gran cantidad de huecos y zanjas existentes en calles como la Santa Bárbara y la Libertador, incluso a poca distancia de la sede de las autoridades municipales.
Frente a la confitería ubicada en la calle Santa Bárbara existe un inmenso cráter que apenas deja un canal para el paso de los vehículos que sufren desperfectos mecánicos al caer en los profundos orificios que siguen formándose con las lluvias.
Lo mismo ocurre en la avenida Libertador, al final, por el oeste, donde los huecos han provocado varios choques, afortunadamente sin víctimas personales hasta ahora, pues los conductores se ven obligados a invadir el canal contrario para no caer en los pozos.
Otro peligro está en el inicio de la avenida La Mata, diagonal a Corpoelec, donde existe, no uno sino varios huecos o zanjas que ya han dejado más de una avería.
Lo extraño que el sitio está a poca distancia de la alcaldía.
También sigue creciendo el ubicado en la intercomunal, diagonal a Farmatodo, el que en oportunidades lo tapan con tierra, pero con la lluvia y el paso constante de camiones y gandolas se reabre.
Ramón hizo un llamado al alcalde Barrera para que gire instrucciones precisas a fin de reparar la vialidad en Cabudare antes de que colapse por completo.