Luego de cuatro días de profunda reflexión los obispos y arzobispos de la Conferencia Episcopal Venezolana, clausuraron este jueves su CIV Asamblea Ordinaria, dando a conocer una exhortación pastoral centrada básicamente en el impulso del dialogo nacional, para buscar una pronta solución a los problemas del país.
El encargado de leer el comunicado fue el Arzobispo de Mérida, monseñor Baltazar Porras, quien expresó que todos los venezolanos son necesarios para reconstruir a Venezuela.
«Venezuela es de todos, y para reconstruir el país debemos reencontrarnos como hermanos, buscar juntos soluciones a nuestras necesidades, empezando por las llamadas necesidades básicas. Los primero que podemos hacer, es que nadie pretenda imponerse eliminando a los otros. Todos somos necesarios, por tanto hemos de ser actores y protagonistas de la Venezuela que queremos. Asimismo, es urgente ser conscientes de los errores que se deben corregir. Por eso, es equivocado cerrarse en visiones ideológicas, en fanatismos o en legados intocables», sentenció.
Expresó además la preocupación del episcopado con respecto a la crisis económica, política y social que vive nuestro país.
«La preocupación por la gravísima situación que vive el país, sentida por todos nos exige ser críticos, creativos, solidarios. Compartimos las inquietudes y anhelos, el sufrimiento que padece nuestro pueblo por tanta incertidumbre. La mayoría asume que vivimos un momento muy difícil e incierto, que es necesario y urgente superar. No se puede negar lo que está a la vista: los presos políticos, los vejámenes, las torturas, la violación de derechos humanos», puntualizó.
Mejores condiciones de vida
En este sentido, los altos prelados aseguran en el texto pastoral que el pueblo venezolano exige mejores condiciones de vida diaria y por tal motivo invitan al gobierno nacional para que elabore las políticas necesarias para dárselas.
«El pueblo pide seguridad y mayor protección a su derecho a la salud y la alimentación de su familia. Toda la nación padece la falta de medicamentos y atención hospitalaria y la escasez. Exige mayor seguridad ante la violencia desbordada, la impunidad y el narcotráfico. A lo anterior se suman las crónicas fallas eléctricas y en el servicio de agua potable en todo el país, que repercuten tanto en la vida familiar como en el trabajo, generando más angustias y daños», expresa la exhortación.
Porras aseguró que ven con asombro la devaluación diaria de la moneda con «las terribles consecuencias en el costo de bienes y servicios. Todo cuesta más, lo que golpea el poder adquisitivo de las familias venezolanas».
Asimismo la Conferencia Episcopal calificó como un «gravísimo problema» la creación de las llamadas zonas de paz, ya que a su juicio, son controladas por bandas armadas, «anárquicas y delictivas», que actúan en total impunidad.
Llamado a participar
Por otra parte, los obispos invitaron a todos los venezolanos a participar en el proceso electoral que se realizará el próximo 6 de diciembre, asegurando que es un deber que no se puede aludir.
«Es la oportunidad de recomposición política y social del país. No queda sino el poder de la soberanía popular que indique con su intuición creadora, el país que sueña y quiere», dijo el arzobispo de Mérida.
Invitaron a los candidatos y a las organizaciones políticas a buscar el bien común dejando a un lado «intereses mezquinos y particulares», aprovechando la oportunidad para exigir al Consejo Nacional Electoral que lleve a cabo un proceso imparcial, evitando el ventajismo, el abuso o la parcialización.
Finalmente los obispos y arzobispos pidieron mucha solidaridad con los habitantes de los estados Apure y Táchira que en estos momentos se encuentran atravesando situaciones difíciles, debido a los embates de las lluvias.