Para recordar: Quiero decir que de vosotros, uno dice: «Yo soy de Pablo». Otro dice: «Yo de Apolo», «yo de Cefas», y «yo de Cristo» (1ª Corintios 1:12).
En la portada de este Diario, EL IMPULSO, como en otros periódicos, amanecieron el 30 junio, resaltando las palabras del presidente Nicolás Maduro, quien dijo: “Sabemos quién vota y quien no vota”… “vamos a tener las listas de los que votaron y de los que no votaron” (portada y p.A3).
Horas más tarde, diferentes funcionarios trataron de aclarar, reacomodar esas declaraciones. Con todo, el presidente repitió: “Algunos de la derecha salieron a votar el 28J” ¿Cómo lo supo? Entonces, ¿el voto es secreto? Si o no. Opinamos, que no es secreto.
Las elecciones que llaman Primarias, hacen que numerosas personas queden identificadas, de un lado o del otro ¿Acaso no hay forma de ficharlos? ¿No queda una lista de los votantes? A fin de cuenta ¿No queda su dedo “meñique” con la yema morada por unos días?
El artículo 63 de la Carta Magna, menciona que el voto es un derecho, también debe ser secreto. Podemos ejercer ese derecho, pero no estamos llamados a identificarnos de qué lado estamos.
Algo parecido se le presentó al apóstol Pablo, cuando se dio cuenta que algunos cristianos se estaban parcializando, sectorizando y siguiendo a seres humanos más que a Cristo.
Dijo Pablo: “Quiero decir que de vosotros, uno dice: “Yo soy de Pablo”. Otro dice: “Yo de Apolo”, “yo de Cefas”, y “yo de Cristo” (texto inicial). Tal vez, eso motivó que Pablo no quisiera bautizar; para que nadie le siguiera, o se inclinara más por él, que por Cristo.
¡Es un error que están cometiendo numerosas personas en este planeta! Están colocando ante la presencia del Padre celestial, a seres humanos o figuras de cualquier índole, antes que Cristo. Esto pudiera ser: Porque olvidan, o no saben que Cristo es el Único Salvador, mediador, perdonador, abogado, juez, y es por quién sí debemos o podemos manifestarnos e/o identificarnos (1ª Juan 2:1-6).
Nuestro Señor Jesucristo dijo: «Si alguno viene a mí, y no me prefiere ‘más que’ a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:26).
Encontramos personas que se les hace más fácil decir que son “Chavistas”; o de la Oposición; de un partido o del otro; pero les da pena decir que son “cristianos”.
Hay quienes no se inmutan al decir que son homosexuales, y decimos esto, porque algunos están pidiendo representación de persona que los defiendan a partir del 6D, pero a la vez, no pueden decir que son de Cristo ¡Claro está! Eso es antagónico. No olvidemos que Dios (con dolor) tuvo que destruir a Sodoma y Gomorra (Génesis 19:7; Ezequiel 18:21).
Dice el evangelio de Judas: “Asimismo, Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, que de la misma manera se entregaron a la fornicación y a los vicios contra la naturaleza, sufrieron el castigo del fuego eterno (algo sellado para la eternidad), y fueron puestas por ejemplo” (Judas 7).
Agrega: “Manteneos en el amor de Dios, mientras esperáis que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo os dé la vida eterna. Sed compasivos con los que dudan” (Ídem, 21, 22). ‘¡Mientras Cristo regresa por Segunda vez!’.
Aunque participemos en elecciones terrenales, no perdamos la vida eterna por no saber elegir por Cristo.