Con todo y que las encuestas revelan un gran rechazo al presidente Nicolás Maduro el PSUV realizó unas elecciones primarias en la cual hubo una movilización importante, que si pagaron, que si fueron obligados, que si el CNE abultó las cifras, todo ello es posible y hasta presumible, tal y como se ha dicho repetidamente en ocasiones anteriores. Pero lo cierto es que el partido oficialista demostró que se mantiene en la competencia y que a pesar de las calamidades económicas, la inseguridad, la corrupción y el resto de males apocalípticos que se abaten sobre la cotidianidad venezolana, ellos sin importar los pronósticos estadísticos que les son enteramente desfavorables, van por todo y con el árbitro de su parte están dispuestos a dar una batalla sin miramientos para mantener el control absoluto de la Asamblea Nacional.
Uno de sus más graves problemas es que no tienen un líder que encienda la emoción que neutralice el vía crucis diario de la gente en la calle. No obstante cuentan para su beneficio que la oposición tampoco los tiene y aquellos que podrían prender la mecha que haga explotar el descontento y los convierta en votos están neutralizados de diferentes maneras: Leopoldo López preso, Antonio Ledezma enfermo y con la casa por cárcel y María Corina Machado arrinconada por la MUD. Por su parte Capriles Radoski mantiene un discurso políticamente correcto y nimbado de sensatez pero por ello mismo carente de la fuerza que sincronice con la rabia anidada en los electores que quieren un cambio.
Al igual que en oportunidades anteriores la oposición cuenta los pollos antes de nacer y bajo el expediente que para salir de este mal gobierno hay que votar por el que ponga la MUD, sin importar el sentimiento de los electores, se han repartido la maqueta de candidatos a diputados para las próximas elecciones parlamentarias. En sus cálculos está presente que la gente no vota a favor de nadie en particular sino en contra de quienes lo están haciendo muy mal. Su error es que un gran porcentaje de votantes cuestiona los principios éticos con los cuales se maneja esta mesa unitaria por considerar que el cambio no debe ser tan solo político sino integral, lo cual incluye conductas ceñidas al espíritu democrático de participación.
En el caso de Lara la postulación de Alfonso Marquina ha despertado profundas molestias, no porque le desconozcan méritos ni le hagan reparos a su trayectoria parlamentaria, sino simplemente porque no representa a los larenses y su inclusión se debe a un pase de factura del Gobernador Falcón en contra del actual diputado por ese circuito, quien le ha hecho oposición interna.
Pero ahora, luego de las nuevas reglas de juego impuestas por el CNE, la MUD tiene que empezar de cero. Por ello esto es excelente oportunidad para tomar los consejos de un grupo de eminentes larenses, independientes pero adscritos al bloque opositor, quienes proponen una amplia consulta para seleccionar a los candidatos. Como en el nuevo esquema se deben seleccionar la mitad de mujeres como candidatas en la RED de Instituciones se mencionaron los nombres de Nelly Velásquez, Nancy Rodriguez, Beatriz García de Lozada y Carmen Luisa Durán.
Si no hay líderes, hay que construir un liderazgo colectivo, pero ello pasa porque se abran caminos para la participación de todos.