Como consecuencia de una serie de problemas que han venido confrontando últimamente los agricultores, la producción de papas sufrió una profunda reducción en el municipio Andrés Eloy Blanco, tradicionalmente la zona de mayor recolección del tubérculo en el estado Lara.
Félix Saavedra, productor y comerciante de Sanare, explicó que el principal problema que se les ha presentado es el de la semilla importada por el gobierno Nacional, que en un 50%, la poca que les llegó, resultó de mala calidad al punto de no haber podido utilizarla en esa cantidad por haberse podrido.
Refirió Saavedra que la producción del alimento, que en Andrés Eloy Blanco alcanzó hasta 20 millones de kilos por cosecha, en esta oportunidad apenas se recogerá un millón, lo que incide en los altos precios que está registrando a nivel nacional.
“Si no hay suficiente producción del rubro y debido a la acción de los intermediarios, éste llega a los consumidores a precios exagerados, de los que no se beneficia el trabajador del campo.
En ese municipio, la parroquia Pío Tamayo es reconocida como “papera” por excelencia, en sectores como Monte Carmelo, Sabana Grande, La Quinta, Mortero, Morterito, La Cañada, Versalles y Bojó, en los que se logran dos cosechas anuales.
Además de la semilla importada de mala calidad, los productores de papa de los alrededores de Sanare se han visto imposibilitados de desarrollar sus siembras por la falta de insumos, debido a que, desde que se registró la expropiación de Agroisleña no se consiguen los insumos necesarios.
Algunos lograron conseguir parte de lo necesitado para sembrar, pero no las cantidades suficientes de los productos indispensables para lograr buenas cosechas.
Por otra parte, Saavedra también se refirió a la falta de seguridad en las áreas rurales del municipio Andrés Eloy Blanco, por lo que hizo un llamado a la GN, Policía de Lara, Municipal y PNB, para que hagan patrullajes en el campo.
Con frecuencia agricultores del municipio, no sólo de papa sino también de otros rubros, como café, cambures u hortalizas, han sido víctimas de los delincuentes que los atracan cuando se dirigen a Sanare con el producto de su trabajo, despojándoles, de sus cosechas y también de los vehículos en los que se movilizan, muchos de los cuales no son recuperados.