Este martes un grupo de trabajadores de Corpoelec-Lara exteriorizó su descontento de manera pacífica con la gerencia de esta empresa haciendo público a través de pancartas una serie de demandas que buscan dignificar sus funciones laborales, en esta corporación que se encuentra bajo la administración del Estado venezolano desde su transferencia del capital privado al público, por disposición del fallecido presidente Hugo Chávez Frías.
Es así como en la oficina principal, ubicada en la avenida Vargas, esquina de la carrera 24, la protesta se hizo presente con la colocación de tres pancartas en las vidrieras de entrada.
Una de estas herramientas de lucha exponía: “No más burlas a los trabajadores… dónde está Inpsasel (Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales)”.
“No a la tercerización del call center”, era otra línea escrita en el papel por quienes desde esta empresa se oponen a este modo de subcontratación de empresas proveedoras de servicios externos para realizar tareas que pueden ser asumidas por los propios empleados y, porque además, lo prohibe la Ley Orgánica del Trabajo los Trabajadores y Trabajadoras en el artículo 48.
Mientras el artículo 47 de esta ley determina: “Se entiende por tercerización la simulación o fraude que es cometido por varios patronos, con el único propósito de desvirtuar, desconocer u obstaculizar la aplicación de la legislación laboral”.
Otro punto que resaltó este grupo de trabajadores de Corpoelec-Lara en las pancartas es la falta de unidades de transporte para trabajar y llevar a cabo sus diversas operaciones en la región.
Exhortaron a la empresa a que responda a estos requerimientos a la mayor brevedad posible. Pero uno de los motivos más urgentes que los mueve y mantiene trabajando, es la exigencia que le hacen a la empresa para que les renueve la contratación colectiva, la cual está vencida, y se trata de un importante instrumento para la obtención de reivindicaciones.
Varios de los manifestantes pidieron resguardo a su identidad previniendo cualquier acción en su contra, para acotar que pese a que se está desarrollándose la discusión del contrato colectivo todavía se registra un cúmulo de dificultades desde marzo cuando se iniciaron formalmente las discusiones.
Recordaron que hay cerca de cuarenta mil empleados activos y unos doce mil en calidad de jubilados en toda Venezuela, que esperan se firmen las nuevas cláusulas de un contrato colectivo acorde que se equiparen a las actuales realidades sociales y económicas que se viven el país.
Se conoció extraoficialmente, que en la misma situación de inconformidad están los trabajadores de las distintas oficinas recaudadoras en Barquisimeto.
Revelaron que no hay papel ni toner para imprimir, pese a la gran cantidad de dinero captado por el servicio de energía que se presta en Lara.
