“La integridad humana se basa en la grandeza de los principios éticos, la bondad de los sentimientos y la dignidad de la conducta. Sus enemigos más habituales son la cobardía, el instinto de supervivencia, el miedo a la verdad y los impulsos de corrupción.”
José Luis Rodríguez Jiménez.
Somos una organización donde convergen las instituciones más representativas del estado Lara, base fundamental en la cual un gobierno guiado sensatamente debería apoyarse para planificar el desarrollo idóneo que pueda conducir a un futuro promisor.
El talento comprobado que integra la Red, ha demostrado su capacidad de trabajo al sugerir soluciones que erradicarían la actual situación que acomete al país, sobretodo, en el ámbito económico y por ende social.
La estructura de la República se sustenta sobre la excelencia educativa, he allí donde se forma la personalidad de los ciudadanos conjuntamente con la correcta inculcación de los principios y valores aprendidos en los hogares donde impera el amor y el cariño a nuestros semejantes, más allá de las apetencias personales y del lucro fácil o mal habido. De allí, se desprende indetenible el amor a nuestros familiares, a los amigos, al terruño… a la Patria.
Tenemos el imperioso deber de saber, comprender, y ejecutar el principio ancestral de que: “Nuestros derechos terminan donde comienza el derecho de los demás.”
Que los ciudadanos que producen son el génesis de la solución de los problemas y no quienes los fomentan, es increíble que quien quiera ser exitoso económicamente sea quien se cree los obstáculos; nadie ha podido subsistir dentro de un sistema productivo trabajando a perdidas y, después de las leyes de Dios y de la ley de la gravedad, las leyes económicas son las terceras que no aceptan impunidad.
La esfuerzos mancomunados deben partir del debido respeto entre las partes; en la clara determinación de los objetivos; en la valoración de las realidades afrontadas; y en la aceptación de los errores como inicio de la consecución de las soluciones; para realizar la planificación acertada, comenzar la correcta ejecución de los planes, con la primacía temporal necesaria; establecer y coordinar la indispensable supervisión; y efectuar todos los controles, que ameriten el logro de los objetivos.
La situación hace imperativo el fortalecimiento de todos los eslabones, de todas las cadenas de producción, a sabiendas de que, “una cadena es tan fuerte como lo es su eslabón más débil.”
Debe preservarse la dignidad del trabajador teniendo conciencia de que es la misma del empresario puesto que, generalmente, se es trabajador dependiente para luego ser empresario, y que mientras más exitoso es el empresario… más trabaja.
Recuerdo las palabras del Libertador: “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción.” Y, con todo respeto, les agrego, la ignorancia acompañada de la soberbia ideologizada podría complementar un triángulo maligno que puede entorpecer el desarrollo armónico de un país.
Viejo adagio el que dice: “Errar es de humanos, rectificar es de sabios.”
Bajo el concepto de que Venezuela tiene más futuro que pasado, podemos aseverar que no es tarde para enrumbar el destino de la nación; tenemos el talento probo necesario y suficiente; tenemos la voluntad de trabajo demostrada en una región cuyo Producto Interno Bruto, en un 85%, ancestralmente ha sido generado por la actividad agropecuaria; resultado del trabajo creador de sus ciudadanos.