Las comunidades en Barquisimeto, así como de otras poblaciones del estado Lara, continúan confrontando serios problemas para conseguir que las empresas distribuidoras de gas doméstico, concretamente PDVSA Gas, les suministren el combustible con regularidad.
Todas las semanas, familias de diferentes sectores salen a la vía pública con sus bombonas o cilindros vacíos, angustiadas por tener varios días sin poder preparar los alimentos con regularidad por carecer de ese producto.
Hasta ahora lo único que han recibido son promesas por parte de funcionarios designados como “salvadores” de la causa, que nada han hecho pues, evidentemente, el problema sigue igual o peor.
Este martes, familias pertenecientes a siete comunidades del oeste de Barquisimeto, cansadas de esperar la llegada de un camión con las bombonas llenas, ocuparon la intercomunal Florencio Jiménez, muy cerca del distribuidor San Francisco, impidiendo el tránsito automotor en ambos sentidos.
Allí estaban mujeres y hombres de sectores como, Valle Dorado, Villa Torres, Las Juanas, Villa del Sol, Los Cardones, Las Juanas, Roca de Dios, Puerta del Sinaí, y hasta Chávez por siempre, la mayoría con cilindros vacíos que esperaban les fueran cambiados por unos llenos.
“Desde las cinco de la mañana llegamos a la bodega que sirve como distribuidora a esperar el camión, que debe llegar todos los martes, pero hoy nos volvieron a quedar mal, y por eso estamos protestando”, declaró Jenny Peña, una de las líderes de la manifestación.
Conforme avanzaba la mañana, las colas de vehículos de todo tipo, en ambos sentidos, se iba haciendo más larga. Sólo dejaban pasar las ambulancias.
“Tenemos quince días sin aguas y esa gente como que piensa que nosotros tenemos que buscar leña para hacer la comida”, dijo por su parte Maris Jiménez.
Ivón Vásquez, otra de las vecinas, informó que en PDVSA Gas tienen conocimiento del censo que se hizo con siete comunidades que agrupan unas dos mil familias.
Otras de las vecinas dijeron que apenas les mandan un camión con 48 bombonas, las que no alcanzan ni para una de las comunidades censadas.
“O sea que solamente nos traen gas para 48 familias, dejando a los demás sin nada, pero ya estamos cansados de tanto engaño, de tanta irresponsabilidad del tal Cordero, que no resolvió nada”, manifestó Francisca Sánchez, otra vecina.
Al sitio de la protesta llegaron funcionarios policiales y de la Guardia Nacional para tomar nota de las razones de la misma y tratar de convencer a las y los manifestantes a retirarse y reabrir el paso de vehículos.
Sin embargo, la mayoría insistía en permanecer en el lugar hasta tanto no aparecieran los camiones de PDVSA Gas con los cilindros llenos para sustituir los vacíos que se exhibían en medio de la arteria vial, lo que ocurrió pasado el mediodía.