Con un doblete de Eduardo Vargas y una polémica expulsión en Perú, Chile avanzó a su quinta final de Copa América, de la que es anfitriona, al vencer 2-1 al seleccionado inca, en un intenso partido de semifinales disputado en el estadio Nacional de Santiago.
Vargas, del Queens Park Rangers inglés, marcó a los 42 y 64 minutos, dándole a ‘La Roja’ el boleto a la final del sábado, donde espera al ganador de la otra semifinal entre Argentina y Paraguay, prevista el martes en Concepción (500 km al sur de Santiago).
Perú había logrado el empate parcial a los 60 con un autogol de Gary Medel en una jugada de contragolpe del combinado de la banda roja cruzada.
Con sus dos goles, Vargas, de 25 años, pasó a comandar la tabla de artilleros del certamen con cuatro anotaciones.
Chile persigue como anfitrión su primer título de Copa América, de la que ha sido subcampeón en cuatro ocasiones (1955, 1956, 1979 y 1987).
Perú, que atesora dos títulos de Copa América (1939 y 1975) y fue tercero en la edición de Argentina-2011, deberá nuevamente jugar el partido de consolación, el viernes en Concepción.
Como se esperaba, el ‘clásico del Pacífico’ comenzó con un ida y vuelta intenso, y una clara tensión en el campo, que dejó a Perú damnificado a los 20 minutos con la expulsión de Carlos Zambrano, una situación que cambiaría por completo el desarrollo del juego.
Una roja que desniveló
Después de un inicio vertiginoso de Chile, que tuvo una primera ocasión con Eduardo Vargas a los 3 minutos, Perú se tomó confianza y logró encontrarle la vuelta al partido con la velocidad de Jefferson Farfán y André Carrillo por la derecha, la zona donde Miiko Albornoz, el reemplazante del suspendido Gonzalo Jara, cubría sin mayor seguridad. Pero llegaría el minuto 20 que desequilibró el juego, justo en el mejor momento de los incas en el partido.
Zambrano rechazó con vehemencia una pelota ante la presión de Charles Aránguiz que se barrió a sus pies, y cuando bajaba la pierna el defensor central del Eintracht Frankfort golpeó al volante chileno, lo que interpretó como falta grave el árbitro venezolano José Argote para expulsarlo.
El peruano había recibido una tarjeta amarilla a los 7 minutos después de una discusión con Alexis Vidal. Desde ahí Chile se volcó en ataque y poco a poco fue convirtiendo en figura a Gallase, pero la sensación de que el gol llegaría pronto era palpable.
Y fue a los 41 minutos después de un precioso remate desde la frontal de Alexis Sánchez que se estrelló en la base del vertical izquierdo, al que llegó Vargas libre de marca para capturar el rebote y apenas empujarla con el golero jugado.
La noche de Vargas
Con uno menos y abajo en el marcador, la segunda mitad se le hizo cuesta arriba a los de la banda roja cruzada, en cambio Chile se dio el lujo de sacar a un deslucido Albornoz y a Marcelo Díaz por Eugenio Mena y David Pizarro, en una clara intención de Jorge Sampaoli de apoderarse definitivamente del balón para liquidar el pleito con mayor volumen ofensivo.
Chile jugaba con tres en el fondo y volcado al ataque, y sólo una sorpresa en un contragolpe o un error defensivo podría cambiar la situación.
Y fue así como Perú logró empatar a los 60 con una corrida generosa de Luis Advíncula por la derecha que tomó mal parada a la zaga. El lateral ganó la línea de fondo, tiró el centro y apareció la pierna de Gary Medel para envocar la pelota en un fallido intento por rechazarla.
Perú apenas pudo celebrar el 1-1 por culpa de un Vargas inspirado en la que era su noche, porque a los 64 sacó un latigazo de derecha fuera del área que se coló por el vertical derecho de Gallese, provocando la locura en el Nacional. El 2-1 terminó de quitarle el poco oxígeno que tenía Perú y Chile intentó aumentar sin éxito con remates de Alexis y Vidal.
Chile disputará así su quinta final de Copa América, y nada menos que en su casa, pero tendrá que ser mucho más efectiva en ataque para provocarle fisuras a una sólida Argentina o el aguerrido Paraguay.