Se podría decir que Leo Messi ha salvado una vida. O por lo menos, sí ha salvado la de Santiago López Menéndez , un ingeniero argentino que fue secuestrado en Nigeria.
Sus secuestradores no hablaban inglés, y al tratar de explicarles que era argentino le entendieron que era norteamericano y se pusieron más violentos con él.
Cuando no sabía qué más hacer para explicarles que era argentino, insistió al grito de «¡Messi, Messi, Messi!» , así consiguió que sus captores bajasen el nivel de violencia. Santiago estuvo tres días secuestrado y según el diario Clarín, fue liberado previo pago del rescate por parte de la empresa para la que trabaja desde hace un año.
Tras capturarlo, Santiago recibió bastantes golpes y además lo tuvieron caminando todo el tiempo sin apenas comer. Ya liberado, por fin ha podido dormir tranquilo después de ser puesto en libertad. Al despertarse, le dijo a su hermano Jorge mientras hablaba con Clarín: «diles que le agradezcan a Messi, que me salvé al nombrarlo».