Hay lugares en las ciudades del mundo que son visitados anualmente por los turistas, pero hay otros que existen pero no son tan concurridos por ellos, como si no existieran, y Mónaco es unos de estos países que tiene lugares ocultos. En esta nota, se mencionara 5 sitios de esta ciudad-estado que tú no sabias
El Principado de Mónaco es una ciudad-estado y monarquía constitucional que se encuentra entre el mar Mediterráneo y las bajas estribaciones de los Alpes, en la Riviera francesa (Costa Azul). Hace frontera terrestre con Francia (4,4 kilómetros), posee una costa de 4,1 km y una extensión total de 2,02 km2, convirtiéndolo en el segundo país más pequeño del mundo, por detrás de la Ciudad del Vaticano.
Cuando uno habla de Mónaco, solo piensa en dos cosas: el Grand Prix y el Casino de Montecarlo, haciendo que las personas vean a esta ciudad como una especie de lugar pequeño y con tan solo dos atracciones, reduciéndola aún más como una diminuta taza.
Pero hay sitios de esta pequeña nación que los turistas desconocen o que aparecen en guías pero no son tan concurridos debido a la prioridad de ver las carreras de autos y apostar en el casino, además de la falta de lugares para visitar en familia.
En la siguiente lista se mencionarán los cinco sitios de Mónaco que tú no conocías y que puedes disfrutar en solitario o con tu familia.
Jardines de Saint-Martin
Localizados en el distrito Mónaco-Ville, estos jardines son muy conocidos por su vegetación típica del Mediterráneo, que perfuma todos los caminos del parque y además ofrece hermosas vistas al mar. Los jardines fueron unos de los tantos proyectos que convirtieron a Mónaco de lo que es hoy en día, de una nación que apenas aparecía en el mapa, a una más alegre y cosmopolita.
También se pueden presenciar los restos de la antigua Iglesia de Saint-Nicolas y una estatua del príncipe Alberto I, representado como un marino, situada en el centro del parque, esculpida por Francois Cogne y los famosos pinos carrascos, especie endémica de la región.
Museo de Sellos y Monedas
Ubicado en el distrito de Fontvieille, este museo presenta la historia numismática y postal del Principado desde sus inicios hasta la actualidad. Es famoso por su colección de algunas monedas que datan del 1640 y de sellos raros, tanto de la pequeña nación como de todos los países; incluso se puede ver una parte de la colección personal del fallecido príncipe Rainiero III.
También es conocida por su moderno estilo arquitectónico y de interiores, que dan un aire más tranquilo y didáctico al turista que lo visita. Es uno de los mejores lugares para conocer un poco más la historia del pequeño principado desde un punto de vista tanto económico como estético.
Museo Naval
Localizado en Fontvieille, este museo es famoso por contener una gran cantidad de maquetas de embarcaciones que van desde la antigüedad hasta nuestros días, exponiendo más de 250 objetos marinos y maquetas de navíos célebres de la historia, que van desde modelos de guerra hasta navíos civiles que han dejado su huella en la historia naval.
Las piezas más arcaicas fueron realizadas por el propio Alberto I en 1874, que son en su mayoría galeones de guerra, bergantines, entre otros barcos de vela. También hay una colección personal del fallecido Rainiero III, que también se dedicaba a construir maquetas de barcos.
Roca de Mónaco
Este monolito de 141 metros de altura, es conocido por sus murallas que datan de la Edad Media y por sus bellas casas de los siglos XVI y XVII respectivamente, que son unos de los mejores ejemplos del estilo barroco de la Costa Azul, y de tener un aire de tranquilidad y seguridad al visitante.
Es la parte más antigua del Principado, pues allí es donde está localizada la Ciudad Vieja, el casco histórico de Mónaco y el Palacio Grimaldi, residencia oficial del Príncipe de Mónaco. También se puede visitar la Plaza del Palacio, en donde se puede contemplar la estatua del fundador, tanto del Principado como de la familia que lo gobierna: Francisco Grimaldi.
Museo de la Visitation
Este museo está localizado también en Mónaco-Ville. De estilo barroco y construida en el siglo XVII, la antigua capilla es conocida por la colección “Bárbara Johnson – Piasecka” de arte sacro, en la que la mayoría de las piezas son de origen español. También se exhiben algunas pinturas de Rubens, Cantarini, Vermeer o Zurbarán, entre otros grandes maestros también parte de la colección.
Desgraciadamente en el 2011, la colección tuvo que ser retirada del museo debido a un trato que se hizo con la casa de subastas Christie’s, haciendo que el número de visitantes de la capilla disminuyera debido a la adquisición de la organización, convirtiéndose en un evento completamente trágico para la pequeña nación.
