Las fuerzas de seguridad turcas han atacado con cañones de agua a presión, gas lacrimógeno y balas plásticas la marcha del orgullo gay de Estambul de este domingo. La manifestación, ya tradicional, se había convocado a las cinco de la tarde en Taksim, plaza céntrica estambulita, y calle Istiklal, arteria comercial de la urbe.
Sim embargo, ya dos horas antes del inicio del desfile, un imponente despliegue policial, ya empezado a contener los accesos a la plaza de Taksim y ha cortado Istiklal. A la misma hora, cientos de jóvenes, la mayoría luciendo banderas arcoíris – más una española y una ikurriña – , ha surgido de todos los rincones en busca de su día de reivindicación LGBT.
Apenas con previo aviso, la policía ha atacado a los presentes y los ha desperdigado por Istiklal y Taksim. Pero han seguido llegando tantos manifestantes, ya eran unos miles, que, por unos instantes, los escuadrones de antidisturbios han quedado en Taksim rodeados de marabunta que los jaleaba y aplaudía, animándolos a unirse a la celebración.
Los antidisturbios no lo han hecho, y al punto de las cinco de la tarde locales han procedido a vaciar la plaza de Taksim con agua a presión y balas de plástico. Puesto que se trataba de una protesta pacífica, los mismos participantes de la marcha del orgullo gay se han retirado con aire festivo a la próxima zona de Harbiye, al norte de Taksim.
No se han registrado incidentes violentos por parte de los manifestantes, un número indeterminado de los cuales ha resultado herido y detenido. Puesto que el desfile del orgullo gay se ha celebrado sin incidentes durante los últimos trece años, y justo una semana antes se había celebrado en Istikal la marcha del orgullo transexual, los manifestantes no se explicaban tamaño ataque de las fuerzas de seguridad.
Algunos presentes han especulado con que la coincidencia del desfile con el mes del Ramadán islámico, en una Turquía gobernada hasta hace poco por el islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP), las autoridades hubiesen decidido cortar violentamente la fiesta de reivindicación LGBT.
La actuación policial de disuasión se ha fraguado de tal manera que, paradójicamente, unos cientos de marchadores han ocupado por unos minutos el parque de Gezi, escenario de unas protestas masivas en verano de 2013. Desde aquellas manifestaciones, suprimidas brutalmente por la policía, ninguna concentración reivindicativa había podido ni tan siquiera permanecer dentro del perímetro de la plaza de Taksim, adyacente a Gezi.
Algunas entidades LGBT han contactado con el ejecutivo, horas antes de la marcha, para evitar la carga policial. En Turquía la homosexualidad no está prohibida, pero no hay derecho al matrimonio homosexual.
Las alas más conservadoras de la sociedad, aún amplias, mantienen cierta hostilidad contra los homosexuales. Para enfado de muchos, las últimas leyes promulgadas contra el llamado ‘crimen de odio’ no han ofrecido especial protección a la comunidad LGBT, que puntualmente ha sido incluso objeto de asesinatos en el país euroasiático.
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— Funda Eryiğit (@fundaeryigit) junio 28, 2015