El decreto presidencial 474 de fecha 10 de octubre de 2013, en el cual se establece un sistema de centralización funcional de las empresas azucareras del Estado, fue rechazado por un grupo de 60 trabajadores quienes denunciaron la desinversión en las mismas, lo cual ha generado una paralización total de la producción desde hace diez días en el central azucarero del estado Trujillo.
Desde la sede de la CVA azúcar en Barquisimeto, obreros integrantes del Frente de trabajadores del central azucarero de Trujillo, esperaron ser atendidos ayer durante varias horas, con miras a buscar una salida a la situación.
Javier Perdomo, vocero de los afectados, asegura que en 80% ha decaido la producción de azúcar dada la crisis que se ha agudizado desde hace siete meses.
“En estas condiciones se encuentran las 9 centrales azucareras. Actualmente hay falta de maquinaria, no hay payloader ni montacarga, tampoco químicos para procesar. Hay dos máquinarias que no han sido instaladas”, detalló.
Denunciaron presuntas irregularidades administrativas con respecto a la comercialización de 27 mil sacos de azúcar a otros estados durante la pasada semana.
“Despidieron al personal de gerencia de comercialización por nuestras denuncias desde hace 3 meses y todavía siguen cobrando”, denunciaron.
De acuerdo a lo manifestado el decreto sólo ha permitido que la junta interventora, nombrada tras el cierre técnico, actúe contra los trabajadores, quienes exigen sus beneficios pues aseguraron hay deudas de pasivos laborales, además señalaron que por seis años no se ha dotado de uniformes al personal.
Responsabilizan al general Wilfredo Silva representante de la junta liquidadora de la CVA azúcar. “Silva cree conveniente refinar azúcar importada y no moler la caña que producen los cañicultores del país, ahora refinar se convirtió en un negocio”.
Les preocupa la llegada próxima de la zafra. “Los productores arriman la cosecha a las centrales mixtas Venezuela y privados como La Pastora, esto significa un retraso del Central Azucarero de Trujillo, porque ya no podrá dar empleo indirecto al pueblo”.
Acotaron que el producto no es de calidad por trabajar con caña de cuatro grados en vez de trece.
Concluyen al precisar que todo esto se traducirá en mayor escasez de este producto tras la paralización de la empresa, pues “el aumento del precio del azúcar no solventará la desinversión en el sector”.