“He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por primera vez el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre” (Gabriel García Márquez)
Mañana es el día del padre, ocasión que aprovecho para enviar un fuerte abrazo a todos los padres de mi familia, a los de la gran familia EL IMPULSO, a todos los de Lara, Venezuela y Colombia.
Como bandada de pájaros de un rincón de la memoria, brotan incansables los recuerdos de mi hogar paterno. Por tal razón hoy dedico este espacio a mi padre don Trino Niño M. (QEPD),un hombre especial, que fue humilde, inteligente, sencillo, jocoso, creativo, incansable en el trabajo.
Existen en la vida dos potencias: la que se vive y la que se sueña vivir. Trabajan las manos y la inspiración trabaja. Unos trabajan sin gran esfuerzo y aseguran su bienestar, otros apenas sobreviven aunque trabajen como esclavos.
Viendo a mi padre ir por difíciles pasos de montaña con su viejo camión, atravesando múltiples peligros, aprendí que se puede vivir contento a pesar de lo agotador de la jornada, sacar a flote la creatividad, dejar que resbalen raudales de ideas sobre la frente del optimista, que brote su inspiración,saque fruto a la prosa de la vida, trabaje, sude hasta el final yse lleve al morir la satisfacción del gran ejemploque deja de sus siembras y coraje en el corazón de los hijos. Si Dante anuló del hombre su esperanzacreando el infierno, mi padre consu fe y voluntad logró imponerlo divino de su esperanza sobre las sombras que le impedían ver la luz y avanzar.
Ese algo que busca y desea cada ser humano sea riqueza, salud, amor, futuro, tranquilidad o fama, perdurarán en él como perdura el deseo de la gota de agua que hace falta en el desierto. Aunque viva cien años sus vacíos nunca logrará verlos llenos.
Mi padre fue un hombre feliz, sabio en sus abismos, creativo en sus penurias,sacó tiempo para inventarle a su lira modulaciones de sonidos singulares,la humildad fue su mayor virtud.Decía que “Uno tiene que aferrarse a la esperanza que está al otro lado de los miedos, buscar el hidratante milagro del esfuerzo que está al otro lado de la flojera,mantenerviva la alegría que está al otro lado de la depresión”.
Hoy han vuelto a salir mis ancestros del álbum de los recuerdos, invitándome a dar un paseo por los jardines de la rica genética heredada, en la que nunca germinó la oscuridad a pesar de las rudezas del destino. Venero las remembranzas que fueron la escuela de quienes tuvimos el honor de nacer enuna tierra de fecundas y gratas evocaciones, de un pasado cuya herencia es hoy el resultado de los que de esos padres nacimos. La historia de la familia se atesora en la recopilación de fotos, relatos,vivencias, tradiciones, principios, costumbres y caminos que trajinamos sus descendientes, cuyo deber es mantener activo lo bueno de ese pasado cocido en el horno de los mejores alfareros, nuestros padres.Su ejemplo es el vigor que sostiene nuestro brazo, su entusiasmo el aliento, su recuerdo la incitación a no perder el camino recto.Es un orgullo saber que heredamos su resistencia, su indestructible voluntad, su cavilación, su erguida fe y su cariño.
Descanse en paz mi querido viejo. Usted fue un hombre singular, a quienagradezco la vida y rindo en este día tributo a su recuerdo.
