Lesbia Espinoza, es jefa del departamento de evaluación de un reconocido colegio de Barquisimeto, con amplia experiencia en la aplicación de la prueba vocacional para el sistema nacional de ingreso.
Recordó que la prueba de aptitud académica, que fue sustituida en el 2008 por el Sistema Nacional de Ingreso por el Consejo Nacional de Universidades, consistía en validar en un 40% la capacidad del estudiante para el desempeño de una profesión, complementado por un 60%respecto a su índice académico.
Explicó que las probabilidades que tenía el estudiante de sobresalir en la prueba de aptitud, estaba determinada por el buen promedio de notas de primero a cuarto año.
Prosigue al indicar que paulatinamente se fue modificando la metodología de selección. “Luego ya no era la prueba de aptitud pues se basaban en las notas. Y claro, siempre se ha tomado en cuenta el aspecto socioeconómico del aspirante, sólo que ahora le dan más importancia”.En sus 30 años en la docencia, cree firmemente que la pobreza no es limitante para nadie, por el contrario, pero le resulta una valoración muy relativa asegurar quiénes realmente valoran más las oportunidades de estudio, si los que tienen recursos o los que no.
“Causa sorpresa en este momento ver estudiantes con 14 puntos de promedio que ingresaron por la OPSU, lo que incluso a veces es motivo de burla entre ellos pues no valdría la pena el esfuerzo de años para mantener un promedio elevado sin tener opción a la educación pública universitaria”, sostuvo Espinoza.
EL IMPULSO pulsó la versión de un estudiante (reservamos su identidad) de un promedio de 19,4. El joven de 17 años no quedó en ninguna de las opciones, la mayoría carreras de ingeniería, “creo injusto que el récord académico no me ayudó a entrar en la universidad”.
Ahora su futuro no está definido, pues presentó prueba de admisión en la Universidad Simón Bolívar y aprobó, sin embargo, desconoce si finalmente ingresará, puesto que la OPSU tomará nuevas decisiones en cuanto al ingreso de bachilleres por vía de las pruebas internas.
Asimismo surgió otro testimonio de un próximo bachiller: “Metí varias opciones en varias universidades para estudiar música y no quedé, he visto como quedan otras personas con menos promedio. Buscaré otras vías para entrar al Conservatorio de Caracas, pero no tengo nada seguro. Espero que el Estado apoye a quienes desean luchar por hacer de este país, un motivo de orgullo”.