Los habitantes de Sarare, La Miel y otras poblaciones del municipio Simón Planas se mantienen a la espera de las prometidas dotaciones de la Guardia Nacional, de Lara y Nacional Bolivariana, para poner coto al auge delictivo.
El alcalde Fermín Marín y la edil Virginia Villalobos, presidenta del Concejo Municipal, informaron que ya están a punto de concluir los trabajos de construcción de lo que será el comando de la GN, a la que le asignarán 30 efectivos, de acuerdo al proyecto.
Igualmente existe una oferta por parte de la PNB de 15 uniformados que están esperando.
Dijeron también que, recientemente, el secretario general de gobierno, Teodoro Campos, ofreció la restauración del comando de la policía en La Miel, con sus correspondientes patrullas.
“Nos mandó los policías pero no mandó patrullas, ni motos, por lo que los funcionarios tienen que hacer el patrullaje caminando, o pidiendo colas”, explicó la edil. Dijo que los mototaxistas siguen sie ndo víctimas de los delincuentes que les despojan de sus motos o dinero en efectivo.
Puso como ejemplo que cada semana al menos son robados quince mototaxistas y refirió que hace pocos días varios de ellos apresaron a un delincuente y lo entregaron a la GN.
El alcalde atribuye el incremento de la delincuencia en el municipio Simón Planas a llegada de sujetos procedentres de otras entidades donde sí existen planes de seguridad con los correspondientes funcionarios y equipamientos.
Citó el caso de uno de ellos, muerto recientemente en un enfrentamiento con funcionarios del CICPC, que, se determinó, era un evadido de la cárcel de Tocorón, en que se había refugiado en la región.
Debido a la carencia de autoridad suficiente, los antisociales llegan a Sarare o la Miel procedentes de Portuguesa, Palavecino o Barquisimeto, u otras ciudades, a cometer sus fechorías.
El alcalde Fermín expresó su esperanza de que, al cristalizar las ofertas de la GN, PNB y Polilara, la seguridad retorne a plenitud en la zona.